Ahora que siento que llevo un talento escaso adentro. Que quiere salir y no sabe cómo. Y la música se torna a gris. El pentagrama vacío. Y nada pasa. Se guarda cubierto.
Ahora que siento, mientras miro, cosas que no veo, pero imagino vivas, latiendo. Sin duda existen en algún universo, que es extenso.
Ahora que pierdo mi tiempo, entiendo que absurdo correr a ningún destino. Sin respiro, buscar a ciegas la salida del laberinto.
Y suelto amarras, separándome del suelo. Volando suave, subiendo, subiendo, perdiendo la cabeza, el sentimiento de vértigo.
Ahora que el vacío llena los armarios que dejo abiertos.
Ahora que el futuro no existe, o es más incierto.
Ahora que nada es imposible, ni posible.
Ahora, Te Quiero.
Ahora que cuido mi cuerpo cansado, herido.
Ahora que me cuesta respirar para estar vivo.
Ahora que nada me importa más que estar contigo.
Ahora Te Quiero.
Ahora que lleno tu espacio con los espacios míos, y colmo tus huecos de calor y frío. Invadiendo tu casa con mis sueños encendidos.
Ahora que todo me sobra, y lo llevo prendido. En mil cajas guardados lo que no necesito, la vida me lleva, ligero, descubriendo el nuevo camino.
Ahora que pierdo los pasos perdidos, las dudas que asaltan las torres del castillo. La luz que señala el nuevo destino. Tus ojos brillando por encima del filo.
Ahora que sigo llenando de besos el horizonte lejano.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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