Conocí a tanta gente a la que pude hacer feliz. Y sin embargo los dejé en mitad del camino. Conocí a tanta gente a la que quise, siendo feliz. Y en el rellano me enteré que no eran para mí. Y ahora que nada importa si no nos vemos, si ya no es corta la distancia del sendero. Ahora que no te veo si te miro, pero te siento conmigo. Ahora que estoy al final del camino a ninguna parte si no es contigo. Es eterno el pulso del tiempo, el calor de tu mano, El Amor verdadero.
Categoría: de cerca
Lágrimas
Con intensidad, concentradas en el filo del lagrimal, se desprenden al hablar y también en silencio, a cada paso lento con el que me muevo. Despacio, el tiempo pasa hoy. No se refiere a nada, ni lo esperaba. Pero se desprenden sin parar mejilla abajo o buscando un atajo. Presionando mi cabeza y dentro, el corazón abierto en canal, esponja de tantas ilusiones que, a veces, se hacen emociones en una lágrima.
Tú mano
Siempre cerca. A esa distancia infinita, infranqueable, paralela. Dulzura y tacto. Fuerza escondida. Tiéndeme tú mano, dame la vida. Quiero escalar el muro que me puso de rodillas. Andar el sendero, regalarte la risa. Anhelo extendida hacia la brecha, tu mirada limpia. Cogida, tu mano. Reina de la luz, paciencia fría. Volcán de pasión retenida, suspira. Carcel de otros silencios ruidosos. Curioso exploraría tú piel, tus ojos. Siempre paciente, espero tú viento susurrando mensajes de tu mano, de tu cielo … por fin .

Súper fluo
Quise retenerte apretando fuerte Y mis manos se abren al pasar los días Entre los dedos ya no puedo guardarte, cómo poco a poco se escapa la vida En un tiempo al que no pertenezco todo lo que hago parece superfluo Y sigo eligiendo cuál es el momento de dejarlo pronto y desaparecer contigo Dejar atrás el futuro incierto cada vez más agrio, también más oscuro no me cuesta tanto. Dime donde busco donde me derramo, que no sea un diluvio El rincón tranquilo, un banco del parque El viento suave, hoy amanece lento Una ola, un abrazo, que cabemos juntos Una última mirada, espirar profundo.
Líquido sobrante que se derrama fuera del recipiente, y por consiguiente innecesario, excesivo e inútil, que no cumple ninguna función. Superfluo
Caricia
El suave tacto
La textura sedosa
La intención
El ademán cancelado
El calor debido
La continuidad incansable
La paciencia
El respeto
La dulzura
La cadencia perfecta
La pausa
La intensidad precisa
El cariño dado
El tiempo detenido
La mesura
La caricia de corazón
El roce de tu mano
La lenta y dulce pasión
¡Acaríciame!

De pronto, sin avisar

en fivehundredpx
De pronto sin avisar nos envuelve, cerca de la costa, la niebla del mar.
Y con ella la tristeza, que entra igual, sin ruido y con afán invasor.
No es solo que el día esté gris, y a estas alturas del año, con calor. Es que sin razón aparente no veo a donde ir, ni que hacer aquí. No estoy de humor para reuniones y no quiero compartir tristeza.
Es melancolía. Es inapetencia y falta de energía.
Es rendición, aceptar el fracaso. Es consumirte por dentro, enfermar sin oponerse.
Es despedida.
Es la tristeza.
Refugiado
Amanece Solo son las 6:45 No iré Hoy no veré salir el sol Ni esconderse temerosa la luna Refugiado en mi casa detrás de las sábanas Más de una hora llevo despierto Pero este día No saldré al encuentro del horizonte del mar Refugiado en mi casa Atrapado dentro de mi cabeza Imposible librar esta batalla Escondido dentro de mi Todo lo pasado perdido Perdido entre miedos Refugiado
Cabe un violín en una tumba
Mi querido Jesús:
Os echo de menos. Es normal. En primer lugar por la suerte de haberos tenido a tiro de una mirada, en estrecha cercanía tantos años y haber disfrutado de tus anécdotas, de tus anhelos, de tu vida y de tu música.
En estos últimos tiempos un poquito más alejado, pero entiendo que una persona tan generosa y espléndida, y con ese aura de luz intensa de colores y esa música que te envuelve, no podía acapararla, y necesariamente debe ser compartida.
Recuerdo esa tarde de hace años, en el balcón de casa, tú tocando el violín, los ojos de Toñi brillando, y al acabar, sin darnos cuenta, aplausos llegando desde ventanas y balcones cercanos. Y al asomarte, gente arremolinada en el rincón del jardín hasta donde fueron llegando en silencio siguiendo tu música cuál Hamelin.
Y esta fue una anécdota de mil.
Al contrario de otras actividades humanas, como la política, los negocios, o el deporte, que inexcusablemente dividen en bandos enfrentados a las personas, la música siempre une, sea del género que sea. Así un buen tema musical atrae a cualquiera que la escuche, ya sea flamenco, clásico, jazz, pop, rock o folclore, dejándote completamente en paz.
Se que experimentas y te dejas acariciar por la música, y entre tus instrumentos cuentas la Viola, la guitarra, el piano, el cajón…. Pero de todos ellos, y desde los aún cercanísimos cuatro o cinco años, el violín ha sido la continuidad natural de tus manos desde las puntas de los dedos, la extensión de tu persona, de tu manera de sentir y de ser, del respeto y el cariño inmenso al violín y a las personas que te escuchamos embelesadas.
Por eso cuando descubrí la cita:
Un violín cabe en una tumba
supe que era para ti. Desde muy niño y hasta el final de tus días, que deseo sea felizmente dentro de muchísimos años, el violín serás tú y te acompañará por siempre.
Os añoro. Es normal después de todo sois mi familia del corazón, aquella que elegimos, pero siempre en mi corazón, orgulloso y agradecido por lo que me diste.
Me calmo con tus grabaciones y mis recuerdos. Tú musica me da mucho, me aporta la tranquilidad y la calma, la alegría y la profundidad que necesito.
Cuidaros mucho. Cuídate mucho.
Siempre tuyo, con todo mi cariño y admiración. Luis

Opinión.- El orgullo del esclavo
El orgullo del esclavo lo libera con esfuerzo de sus ataduras
La primera vez que vi la mirada de orgullo y rabia, sabía que esa mirada lo salvaría. Contenía toda la fuerza que lo enfrentaba a quien pretendía someterlo.
Buscando canalizarla a su justa rebelión, no paraba de soñar qué sería de su vida libre; volver a decidir, a luchar que hacer y con quien, sin dueño.
Ya le quedaban meses apenas para conseguir “sus papeles”, pero la ausencia de sus seres queridos y el recuerdo vivo cada instante, la impaciencia de ver tan cercano el final lo turbaba, lo enloquecía.
Y le hacia dudar ¿porque esperar a ese día exacto? ¿Porque no intentar adelantar la fecha, huir despavorido hacia el nuevo tiempo? Ya había hecho los méritos. Incluso más. Ya había arriesgado cruzando el mar desconocido. Ya había acallado sus ímpetus iniciales, su violencia ante esta situación injusta, aceptando que era la manera de avanzar, de salir del pozo donde se encontraba en una tesitura sin salida, y buscar una esperanza para su familia.
Y ahora, tan nervioso, tanta impaciencia ¿porque? Si estamos ya casi al final, después de años, lloraba desconsolado y confundido.
Esa cercanía tan premonitoria al final del camino, con el objetivo tan cerca, hacían muchísimo más duros estos últimos días.

A punto de rendirse, de negarse al sometimiento, al respeto, esa muralla que separa a los esclavos de los libres.
En el siglo veintiuno sigue habiendo esclavos. Ahora se llaman emigrantes ilegales en el primer mundo. Los sin_papeles deben someterse a trabajos ingratos, infravalorados, infraretribuidos, sin seguro médico, en jornadas interminables sin rechistar, para asegurarse la subsistencia y quizás poder enviar pequeñas cantidades a sus familias en su país de origen, que allí se convierten, por la magia del cambio de moneda, en maná imprescindible.
Los emigrantes ilegales, llegan impresionados por el nivel de vida y se dan de bruces con crudeza ante la realidad que les espera, donde no pueden acceder al trabajo, a la vivienda ni a la sanidad. Y así aceptan la propuesta ilegal y abusiva de un patrón que les contrata verbalmente y sin garantías, sometidos con miedo a la denuncia a inmigración.
La mayoría de las veces, el viaje es sin retorno.
Así sufren desarraigo y soledad. Y añoranza de su papá, su mamá, sus hermanos o sus hijos, que reciben las remesas, y a los que engañan piadosamente diciéndoles que todo va bien, y que este sitio “es de colores”.
Alguna vez, hastiados, se rebelan con violencia o se refugian en el alcohol y ruidosas fiestas.
Allí ves sus miradas de rebeldía y orgullo.
Esa mirada de orgullo que no es, sino dignidad.
No hay que mirar a otro lado. Hay que sostener esa mirada y ayudar.
El delito no solo lo comete el inmigrante ilegal, también el patrono que lo contrata y lo somete a condiciones de trabajo ilegales.
La esclavitud está abolida desde el 9 de marzo de 1927 con una Convención que termina oficialmente con la esclavitud y crea un mecanismo internacional para perseguir a quienes la practican. La ONU, como heredera de la Sociedad de las Naciones, asume sus compromisos y vela por su cumplimiento.
La esclavitud es la condición por la que una persona está sometida a otra, perdiendo su libertad. Así, el esclavista toma posesión del esclavo, pudiendo disponer de su destino.
En la actualidad aún existen demasiadas formas de esclavitud camufladas con eufemismos, pero con las mismas consecuencias.
Perdone que les escriba.

Notas al pié, de viaje
Alrededor de las cinco y media, con un café y, como no, conversación animada, esperabas tu turno acurrucada con los pies arriba del sofá y una manta. En un momento los ojos brillan cuando hablas con pasión de los recuerdos de él.
En ese instante del alma en el que la emoción se asoma, en tus ojos aparecen lágrimas de amor. Sin pena añoras, esperas, alegras, y a mi me llega tu verdad, serenidad.