Quisiera

Quisiera ser un alma errante, eterna. 
Un pájaro libre que no vuela.
Un árbol grande, dando sombra.
Quisiera que me entendieras
cuando te escribo las notas.

Que cayera encima toda la lluvia de primavera.
Y borrara, sin querer, los garabatos de la pared.
Corazones con sentido,
flechas cruzadas como miradas
enamoradas de su destino.

Quisiera ser tan alto como la luna llena,
brillando la noche entera.
Y que no escondiera
ni una sola estrella
siquiera.

Y quisiera ser valiente para atravesar cualquier guerra,
con una palabra escrita guardada en una carpeta,
que esperaran en cada esquina,
y se leyera.

Y se cumpliera,
como un juramento.
Se cumpliera.
Se cumpliera:
AMOR
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Opinión.- INDEPENDENCIA

El sentido de pertenencia y la independencia, parecen contradictorios.
Y de alguna manera pueden llegar a serlo.
Un buen y antiguo amigo activista de los derechos sociales y político coherente y honrado, con los demás y consigo mismo, me enseñó hace mucho tiempo el valor del sentido de pertenencia.
En ese momento, porque convenía. Pero como soy un «temoso» de las cuestiones que me interesan, siempre he seguido dándole vueltas y abundando en ese concepto del sentido de pertenencia.
Estar orgulloso del lugar donde has nacido, de la familia, tus paisanos, tus costumbres y su paisaje, es sentido de pertenencia.
Estar feliz del grupo de amigos, compañeros de trabajo o de proyecto, de la asociación o club con el que compartes ideas y valores, es sentido de pertenencia.
En Política, con mayúsculas, compartir criterios y valores, es sentido de pertenencia.
Más discutible es estar «sujeto» a la disciplina de un club, asociación o partido, no te digo nada si además es político, que en nuestro país, quizas por sus antecedentes de 40 años sin libertad o a medias (lo ancho pa mi, lo estrecho pa ti) donde se organizó de forma muy paternalista, pensando en la mayoría «ignorante» y en el control de los desórdenes; no lo tengo tan claro. Más bien, cuanto más lo pienso, está más oscuro.
Porque si no se admite y no se puede tener sentido crítico, y las decisiones se vuelven inapelables e indiscutibles, o estás dentro, o estás fuera.
Y fuera hace más frío, pero se respira mejor.
Pensaba que habíamos crecido. Y que cuarenta años después, con esta democracia paternalista y tutelada, podíamos haber aprendido, especialmente de los errores, y organizarnos con más margen de criterio libre.
Por eso siempre me gustó, lo cultivé y enseñé, el gusto por ser independiente. Mis hijos, mis compañeras de vida, mis amigos… todos pueden dar referencia de esto.
Incluso en el trabajo, en mis relaciones de competencia y de crecimiento personal, creo que ha sido una constante el ayudar y propiciar que cada uno consiguiera su independencia y tuviera su propio criterio.
Así, algunos se quedaron más cerca, y otros libremente, no tan cerca.
Y me gusta que sea así.
La ecuación perfecta es tener valores sólidos que construyan un criterio propio, que te dé independencia y sentido de pertenencia.

Ser críticos, siendo amables, respetar al que no piensa como tú, sin estar de acuerdo con su forma de pensar, y no perder ese sentido crítico hacia lo propio, para mejorar o enmendar lo que hicimos mal, es evolución.

Y ahora toca elegir. Que es una conquista de otra generación anterior, y un regalo que debemos respetar y cuidar.

La Política es elegir el tipo de País, de ciudad, de pueblo que queremos, la relación de convivencia, la sanidad, la educación y los valores de nuestra sociedad.
No caigamos en el simplismo de «esto es cosa de los políticos» o el «da igual», porque no da igual pasarnos cuatro años despotricando de los que nosotros mismos elegimos o dejamos de elegir, y sus consecuencias.

¡Este es el momento!

Podemos elegir en libertad, con sentido crítico y autocrítico, con criterio propio y responsabilidad.
Un lujo.

Perdone que les escriba.

Cada noche una estrella

En mi locura 
no paro de pensar,
si te vas.
Es injusta sinrazón.
Nunca me diste la vuelta.

He pasado tantas decepciones,
y el dolor infame
de una despedida,
que no puedo olvidar.
Vivir en el pasado.

Al volver de la esquina,
de bruces, me di contigo.
Y me empeñe.
En tu aura vi también
antiguas historias ganadas.

Y ahora,
si te vas,
te seguiré.

Como parte
de tu alma,
inseparables.

Reír
es la distancia
que nos enlaza.

La risa
es la mirada
más cercana.

La tuya
es mi espejo
más feliz.

Mi estrella.
Mi Reina querida.
Amor.

Fdo.- El Rey tuerto
El Rey tuerto

Fue

Fue un seis de mayo, a solas 
que te soñé entre estas olas.
Que te escribí por necesidad
que mi corazón necesitaba
de tu presencia, y no estabas
aquí .

Fue una mañana radiante,
después de un desayuno
sin diamantes,
pensando en cómo regalarte.
Y vino de pronto lúcida
la verdad.

Te extraño con rabia y con dolor,
me quema el tiempo, y el temor.
Si te olvidaste de mí,
en mitad de esta intensidad,
si te pensaste que fui
algo fugaz.

Mi corazón se me perdió
en medio de tu luz.
La Luna nos bañó
de plata el silencio.
Sólo escucho tu latido
en este momento.

El mío
te lo entregue hace tiempo
a ti.

Trayecto hombre

De pronto se me ocurrió que hay personas «estación».
Personas «destino» a donde llegas cansado del viaje y encuentras tu casa, tu refugio. Y te acomodas. Te acuestas a su lado, te arropas, y te quedas quieto, sin arriesgar, sin iniciativa, no vaya a ser que te saquen de ahí, y te dejen en mitad de la calle, hecho un paria, desorientado, mirando a todos lados, sin saber dónde ir. Sin destino.

Pero hay muchas otras «clases» de personas. Infinitas «clases» diría.
Así se me ocurrió que había personas » camino».
Personas «trayecto» siempre en movimiento, disfrutando del paisaje, curiosos mirando sin parar por la ventanilla que le tocó en este viaje, descubriendo paisajes que nunca podía ni haber soñado sin embarcarse en esta aventura.
Manteniendo conversación con el compañero desconocido de asiento, que va y te cuenta su cuento, y a mí me parece bien. O la señora de enfrente, a la que pides disculpas porque rozaste su zapato con el tuyo, acomodando tus piernas largas en ese espacio minúsculo compartido por cuatro pies.
Perdón ¿Esta cómoda? Es que soy grande y, de todos los pasajeros, le tuve que tocar yo. ¿Va a ver a la familia? .
No, a unos amigos que hace tiempo prometí visitar.
¡Ah, que bien! A mi me encanta viajar.
Cada viaje es de un color ¿Sabe? Debería anotarlo en un cuaderno. También cambian los olores. Los hay dulces. Y también los que apestan. (Risas)
En todos hay risas. Que curioso. Una amiga escribió que la risa es la distancia más corta. Quizás por eso se me hacen cortos los viajes.

Ahora voy a recogerla. Es mi compañera de viaje. Y de risas. Compartimos «trayecto», caminos. Hacemos planes que nunca se cumplen, y con ella no paro de inventar historias y cuentos. Algunos los dibujo.
Es mi musa.
Y con ella soy feliz.

Todas las personas, a millones, tienen derecho a que respeten su vida. Cada cual tiene la suya, y no hay a priori una buena y las demás no.
Todas merecen que alguien escriba su cuento. Y quizás que la dibujen, en su color, claro.

Disculpen mi ironía.
Y perdone que les escriba.

Mi parte

No te quiero entera, 
totalmente sólo para mí.
Sólo quiero mi parte.
Que por intentarlo,
te pudieras romper en mil.

Sólo hacerte bien.

Me gustas feliz,
plenamente fuerte.
Yo soy complaciente,
dime qué estás bien.

Que necesitas.

Y yo iré.
Hasta el fin de la nube
y me volveré
con un beso tuyo
envuelto en mi piel.

Y yo iré.
Hasta el más profundo
del abrazo fiel,
con una sonrisa
yo me vestiré.

Una noche de esas,
me enamoré.
Y ahora que te admiro,
se muy bien porqué.

Eres imperfecta,
sanadora de miel,
luchadora, inquieta.
Dime qué estás bien.

Que me necesitas.

Y yo iré.
Hasta el fin del alma,
y me volveré
con un beso tuyo
envuelto en mi piel.

Y yo iré.
Hasta el más profundo
del desnudo ayer.
Con una sonrisa
yo te vestiré.

Te quiero así.
Aprenderé.
Fdo. Tu ángel URIEL

Año 3000

Hoy me sorprendí despertando a las cuatro y media, de madrugada, pensando en el año 3000.
Como organizar una agenda para llegar a ese día transformándolo todo.
Como inventar el futuro incierto, para que ese día, sin llegar a tenerlo todo completamente terminado y en orden, como siempre, si podamos celebrar que llegamos al futuro.
Y, por supuesto, que ese futuro sea mejor.
Estas cosas no se improvisan. Quiero decir, nunca sale nada según lo hemos planeado, pero se planifican. Se enseñan y se aprenden.con calma, con tiempo. Luego según se van torciendo, improvisamos y aparece finalmente el fin, el arte final.
Los fallos y defectos, no lo son, o dejan de serlo, para convertirse en parte del diseño que lo hacen único.
Y ya está. El tiempo, que siempre juega en contra porque se acaba, juega a nuestro favor, porque se acaba. Llega la fecha, la hora, y se acabó. Levanten los lápices y entreguen el examen, nos decían en clase cuando estudiamos.
Pues eso. Un día, próximo, que no veré, llegará el año 3000. Y organizaremos una cena de despedida con un postre feliz de nuevo año, nuevo siglo, nueva vida, historia interminable.
Año 3000. Feliz vida.

Esperar

No siento el fracaso. 
Más bien orgullo de haber superado todas las expectativas.
Las propias y las extrañas.
Ahora que, sin nada,
comienzo a andar otra etapa
de un camino más corto,
pero igual, lleno de ganas.

Si vencido.
Cansado de luchar contra el destino,
de haber peleado contra todos,
en todas las guerras.
Pensando ahora únicamente en encontrar la calma.
Y en medio de este caos, tu alma, mi gemela.

Decidir si quedarme y esperar,
o largarme definitivamente
a la aventura incierta de nunca jamás,
donde encontrar el agua, aunque me sacie,
unos labios donde atracar para siempre,
un puerto de brazos suaves,
una cara donde mirarte a los ojos,
una casa donde recibirte,
un corazón henchido,
con todo el amor de dar.

Y mientras.....
Esperar.
Esperar
en un charco-refugio,
Al son del oleaje tranquilo
oyendo silbar como obúses,
pasar por encima
a toda prisa
para no perder el tren de vida,
a los que siguen en está locura.

La fe de encontrarte
en medio de este desastre,
me llevó a ti, sin duda.
Y, sólo con mirarme, desataste
mis ligaduras,
dejándo libre, frente al mar,
en aquel balcón de la Stupa,
el amor guardado hace tiempo.
Y mi corazón, latiendo, entregado a ti.

Más cerca

Más cerca de la oscuridad 
que de volver a ver.
Más cerca de terminar
que de comenzar.
Sin rendirme.

Y sin embargo,
no quiero perder
ni un instante sin mirar
tus ojos de miel,
ni mis dedos en tu piel.

De vivir hoy para que sea
el día más feliz de siempre.
De estar contigo
cada instante más cerca,
a la orilla de tus besos.

Te imaginé

Soñé contigo, 
y no eras tú.
Caminaba a mi lado.
Sonreía como tú.

Me explique mucho y mal,
y entendiste bien
pensando que era un charlatán.

Y paso la noche,
y no dormí, no soñé.
Y espere amanecer,
pero no estabas tu.

Te imaginé a mi manera.
cuanto te descubrí,
No eras así.
Eras aún más bella.

Y, de tanto insistir,
me perdí.
Ahora en silencio,
sólo me queda esperar.

Sólo esperar que el corazón
suene con tu música preferida
Recuperar la razón perdida.
Y ser feliz, mi vida.