No hay nada fácil,
Nunca.
Sólo estar cerca
y sentir el calor
de tu piel suave,
incluso a distancia.
Empezar a bailar
sin perder el paso
atrás,
enlazadas las manos,
la otra abrazada
a tu cintura.
Y la sonrisa de felicidad
instalada en mi cara
y en la tuya.
El roce de las mejillas,
mientras suena
nuestra canción preferida.
No había muchos sitios ni bares donde quedar, y se hacían fiestas con música en casa de … Javier, de Isabel, de … compartir discos y ganas.
Fiestas de garaje, días de campo, en bici, con guitarras y motos.
Días hippies de flores deshojadas, entre me quieres y no me quieres,
De subirse a los árboles, o tumbarse en la hierba, … de encender el primer pitillo.
De un beso en la cara.
… Y de risas
