Debajo de una farola sin luz te espero.
La luz negra de la negra noche solo deja intuir los rostros, en esa intimidad que da la oscuridad.
Allí, en medio de risas felices podemos mirar al cielo y ver las estrellas lucir.
Debajo de una farola sin luz quedamos cada día, por favor.
Dejame estrecharte entre mis brazos. Es el sitio ideal para decir ‘Te estimo».