Navego sin gobierno junto al mar.
Quisiera morir aguas a dentro.
Solo una franja estrecha de arena,
y un ancla pesada que me libera,
mantiene mi vida atada aún a tierra.
Y mientras, mi perrita, corretea en el llano
detrás de una piedra que vuela,
ajena a mi tristeza. Aunque a veces regresa
y posa su cabecita en mi pierna.
Un día gris de primavera.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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