Definitivamente, por última vez promulguemos entre todos una ley que prohíba la ignorancia, los caudillos cuales quiera, la arrogancia, la violencia, … LA VIOLENCIA.
Que la única verdad sea el pensamiento libre.
Que se extienda el gusto por las artes y las letras, y las ciencias, todas sometidas a respetar y mejorar nuestra tierra, esa nuestra casa.
Que los únicos bombardeos sean de café y risas, Que el poder sea de todos y el futuro elegido por todos (esto ya está inventado, pero no siempre bien ejecutado. El Senado).
Que se prohiban las ideas imperiales y los imperios, y los emperadores egoístas y opresores. Todos basados en “conquistas” y terminan siempre con horrores.
Que la edad de ORO sea la infancia, y los maestros Sabios pacientes y libres de cátedra, que cultiven la lectura, el estudio, la alegría y el juego, que respeten el individuo, pero el grupo es el que decide.
Que se premie el esfuerzo y el éxito, y se respete a quien no quiera nada, pero que no tenga nada, así que cada uno tenga su recompensa.
Que se respete la memoria y la historia. Que sea patrimonio de toda la humanidad.
Que el mayor delito sea la VIOLENCIA. Nunca consentida e inmediatamente apartada.
Que la competencia, la lucha y la victoria sea exclusivo de los juegos y de las olimpiadas.
Que cada cual sienta el orgullo de pertenencia, su bandera y su patria, e inmediatamente instauremos con la voluntad y eficacia la República de la Tierra y de la especia humana.
