El miedo es completamente libre
Cada uno lo siente por algo especial, y en un nivel y cantidad muy personal.
Pues hoy el miedo acumulado desde hace días, para mí es a la oscuridad.
Sin colores ni formas. Sin amaneceres ni puestas de sol. Sin espuma de mar, sin arboles ni senderos.
Sin curvas enlazadas, sin velocidad. Sin manejar feliz, ni siquiera mirar atrás.
Sin horizontes lejanos. Sin cielo ni nubes. Sin multitudes ni paisajes solitarios.
Sin rostros, sin sonrisas. Sin ojos brillantes ni melenas caídas sobre los hombros. Sin perfiles recortados a contraluz.
Sin verte de nuevo. Sin expresarte sin palabras mi anhelo.
Ese es mi miedo hoy.
Etiqueta: Hablando como los locos
Desprendimiento
Aveces la vida te pone al borde mismo del abismo, y te invita a saltar.
Pero tu conciencia te ofrece otras alternativas más acordes con tu instinto básico, el de supervivencia.
A mi me enseñó el camino del desprendimiento, que no es nada sencillo porque se trata de prescindir de lo que tienes y que tantísimo esfuerzo te costó conseguir. Y claro, te resistes ferozmente, viviendo en una duda existencial entre abrazarte a tus pertenencias, recuerdos y tesoros, todos muy tuyos, conquistados en una vida, o desprenderte de todo, soltar lastre y vivir una nueva oportunidad, un nuevo trayecto vital, pero desnudo de todo y al pairo.
La decisión no es fácil, ni confortable. Más bien es agotadora a ratos largos.
No siempre te acompañan los mismos compañeros de antes. Sólo los auténticos amigos y las pocas personas que te quieren a rabiar, sabiendo que ya no tienes nada tangible que darles.
La verdad es que algunas ausencias son dolorosas, y algunas presencias sorprendentes también.
De entre los desprendimientos, los enseres, la ropa, accesorios, viajes, vida social, etc. fueron desapareciendo rápidamente. Desprenderme de mi coche, mi moto y mis herramientas, ha sido más doloroso.
Aun sigo aferrado a mis libros, aunque con la certeza de que debo ceder y encontrarles nuevos lectores que los amen y los cuiden.
Lo que no esperaba es el desprendimiento de retina por un desgarro que me dejó a oscuras y sumergido en oscuras dudas.
De nuevo aprender, ahora a estar en completo reposo, y recuperar en lo posible este instrumento imprescindible para satisfacer mi curiosidad, seguir dibujando y escribiendo como respira mi alma y mi mala cabeza.
Aprender a dictar las ocurrencias, aprender a ordenar y corregir las ideas que como siempre surgen a borbotones de mi cabeza y que cuando pasaba a mano en papel se colocaban más o menos en su lugar.
Ahora no dispongo de la vista lúcida y temo que se tracriban expresiónes que ni yo mismo comparto.
Desprenderse de todo, como San Francisco de Asís, hijo de un rico comerciante, y vivir una nueva vida sin nada, es una locura y atrevimiento sólo digno de un Santo humilde de su talla.
Santo yo no lo soy, ni siquiera con minúsculas. Pero quiero intentarlo a nivel más humano.
Curarse con humildad y dedicación a los demás me seduce como plán de vida.
Y el desprendimiento, lo de la retina, que ha sido un desgraciado accidente, y un obstáculo añadido. Como si la vida me presentara otra nueva prueba de dificultad.
Es reciente y no estoy feliz. Tampoco triste. Quizás algo descolocado.
Pero entregado a seguir esforzado en alcanzar ese objetivo imprescindible: SER FELIZ.
Porque, cuando todo se oscurece, aparece un pequeño punto de luz, poco a poco creciente. Y tu corazón te avisa apasionado que, aunque despojado de tu pasado, dentro de ese destello viene una mano dulce, una sonrisa embrujada y unos ojos con brillo que te visten con el coraje y la ilusión que necesitas.
Y te disponen a entregar tu esperiencia, tu dulce amor, tu pasión, tan tuyo que de eso no pudiste desprenderte.
… Y quieres
TE QUIERO.
El lado oscuro de Dios
Lo que Dios te quita, no te lo devuelve nadie.
Esa justicia divina implacable, extremadamente injusta y cruel.
Incompatible con la imagen de Dios Padre que me enseñaron. ¿Misericordioso?
No entiendo nada.
Sólo mi ignorancia, y la certeza que tengo de ella, me tranquilizan y consuelan.
No entiendo nada.
No quiero ser convencido. No quiero que me conviertan. Otra vez no, por favor.
Se lo que creo, y en lo que creo.
El horror me envenena, me sacude con dudas irresolubles.
Hace falta muchísimo más que fe para saciar está sed de desaliento, para sanar está locura.
Los designios de Dios son inescrutables. Ja. Los caminos de Dios son intransitables. Soy ignorante de las leyes del destino. El destino no está sujeto a ley, va suelto, ciego y perdido. Y aprovecha resquicios para colarse, como un elefante en una cacharrería, como un obús disparado a distancia en un edificio de viviendas, sacudiendo la tierra y sepultando vidas que sentían su casa como refugio en un terremoto, y aplicando el peso inmenso de que dispone, para arrasar todo a su paso. ¿Cómo va a respetar las flores? Somos insignificantes.
Y la vida avanza eternamente, tanto si Dios quiere, como si no.
Que cada cual decida y alcance su destino, por acción y omisión. Que cada cual defienda y ponga a salvo sus tesoros, su flores.
Que no nos alcance la venganza de Dios
Y que Dios nos ignore y nos guarde. Feliz cumpleaños.

Efecto delay
Hay días que despierto desacompasado de la vida, con ritmo diferente, distante.
Es como bailar por delante o por detrás de la música. Sentir el tiempo con retardo.
Como conducir sin sentir la carretera, el agarre de los neumáticos en el asfalto, sin saber si te quedarás dentro en la próxima curva.
Discurre el tiempo sin sentir el día, ni el frío en las manos, el calor en la cara, …
Hay días que la distancia entre mi persona y yo mismo, es grandísima.
La cabeza disfruta de su pulso a paso cambiado, y circula en camino paralelo, alejado de la hora en punto.
Aveces se me atrasa, otras adelanta.
Son días raros, ocasiones contadas. Pero se van repitiendo de tarde en tarde.
Te quedas con esa sensación de vértigo suave, o un mareo constante, como si navegará.
… Y se pasa, sin más.
León herido
Cien veces más fuerte
Cien veces más fiero
El león herido defiende
con toda la fuerza, su vida
No cede, no está vencido.
La fuerza se la da tu herida.
El corazón guerrero
bombea toda su historia
orgullosa, su dignidad,
y le hará ganar.
Le hará luchar.
Hasta el final.
Escondido
Me escondo de las sombras
y del brillo de la gente.
Me escondo de la historia,
y la mía fue decente.
Me escondo de la palabra,
la conversación insistente.
Me escondo del fracaso
donde llevo a mi mente.
Me escondo por vergüenza.
Me escondo de mi.
Acostumbro a no ver
a nadie al salir.
Y así, sólo,
soy sencillamente infeliz.
P.D.
Me escondo,
que rima con hondo.
Me gustaría "escuende",
que rimaría con duende.
Pero estaría mal dicho,
y el duende se convertiría
en bicho.
Sueños
Los sueños, últimamente, vienen alterados por la incertidumbre.
Descolocado en el tablero de este juego, muevo las piezas torpemente, protegiendo a la que ya perdí y descuidando la que ahora descubrí.
Mi futuro vuelve incierto. Se que solo está dentro de mi, en mi cabeza. Pero temo tanto volver atrás, a la soledad, que no duermo, ni camino decidido.
Vuelven a visitarme mis monstruos.
Hoy soñé que todo lo guardaba en un pasillo emparedado, sin luz ni ventanas. Me movía de memoria, como un ciego en su casa. Me quedaba quieto, inmóvil, conteniendo la respiración cuando escuchaba, al otro lado de la pared, pasos decididos o conversaciones animadas.
El temor a perder lo poco que me quedaba, me hacía permanecer voluntariamente en este encierro, rodeado de mis libros, mis cacharros y mis recuerdos.
Aún así, sabía perfectamente que debía romper ese tabique, y salir a buscar mi vida. Una nueva, distinta de todo lo anterior. Pero el miedo y la incertidumbre atenazaban mi sueño.
… Y desperté.
Son las dos y trece de la madrugada.
Ojos abiertos en la oscuridad.
Agotado.
Confundido.

Opinión.- Año 2023
2023 porque’s
…Y sea bienvenida la pandemia del AMOR.
Sin vacunas, ni tratamientos. Que se extienda con rapidez inusitada y virulenta.
Así tengamos que ir en invierno a Ucrania todos y paremos está y todas las guerras.
Las guerras domésticas y las mundiales.
Que el único estallido sea de alegría, de emoción y belleza. Que el silencio sea un premio, y la música un regalo de paz.
Que nadie, nadie se encuentre solo, ni angustiado.
Y matarnos a besos y abrazos, morirnos de risa, llorar de emoción, brillar en la noche, andar y andar hasta ser de nuevo generosa e inmensamente felices.
Sentir respeto y admiración hacia quien cada día saca la basura, limpia los cristales, reparte, conduce, … tanto como al que estudia, enseña, dirige, descubre las vacunas, los mecanismos del progreso, o inventa el futuro.
Que erradiquemos simple y totalmente enfermedades como el hambre y la pobreza. Porque recursos sobran.
Que aplaudamos el ingenio, el tesón, la constancia y el estudio, y valoremos el talento. Que helarte no sea de frío, sino quedarte sorprendido viendo y escuchando una obra plena de emoción, cultura y sabiduría.
Que los ricos lo sean en generosidad.
Que seamos humildes, tolerantes y alegres, y sepamos perdonar, porque un dia malo lo tiene cualquiera.
Que las religiones sirvan todas para unir, predicar el amor y nos hagan mejores y felices. Y las fronteras sean todas permeables, y nadie se vea obligado a emigrar por necesidad.
Que estemos atentos con quién abusa, odia, envidia, ofende, menosprecia o excluye. Porque son los menos, y nosotros la HUMANIDAD.
Que aprendamos por fin a respetar, entender y conservar la naturaleza, con sus animales y plantas, porque es nuestra casa.
Que la satisfacción máxima sea ayudar a quien nos necesita, que está ahí, más cerca de lo que creemos. Porque la respuesta agradecida te inundará el corazón. Y no esperemos a nadie para empezar, ni dejemos a la pereza conquistarnos, que el tiempo apremia, y todos tenemos algo que hacer, cercano y sencillo, para echar a rodar esta pandemia. Que no olvidemos a NADIE, ni siquiera a los que ya no están, porque nos enseñaron.
Que la distancia más corta entre dos personas, sea la risa, me enseñaron hace poco. ¡Que seamos FELICES, por favor. Que la vida es corta y nos perdemos en la primera esquina.
AGUA
La fuerza del agua, desatada después de meses de sequía, arrastra montañas de barro rompiendo las pretenciosas barreras que les pusimos para domar su cauce, volviendo a conquistar en un instante el territorio que le ganamos con esfuerzo y tiempo.
Todo lo engulle con avidez supina bajo el torrente que baja con urgencia y una violencia imparable.
Sólo queda subir monte arriba, ponerse a salvo, y observar impasibles y con paciencia que su fuerza se calme. Que escampe y que se ordene el desorden que provocó, dejando un nuevo paisaje ahora desordenado, pero que descubrirás florecerecido en unos meses.
Lección de humildad y coraje que propone la madre tierra para enseñar equilibrio.
Opinión.- JUEGOS
Hoy empezó el Mundial de fútbol en Qatar.
Es absurdo, pero hay juegos que hacen cambiar el mundo. La vida se para o se acelera al compás del campeonato. Naciones enteras y medio mundo se colocan frente a las pantallas para no perder detalle. A estos eventos se suman inmensidad de gente que no sigue habitualmente este deporte. Incluso algunos que ni siquiera les gusta. Pero claro, juega LA SELECCION.
Y pasa en Croacia, o en Italia, no te digo nada de Brasil o Argentina, o Senegal… Es un comportamiento digamos de la especie. No hay ningún otro acontecimiento que conlleve este tipo de seguimiento.
Ni la guerra. Que, por cierto, parará sus hostilidades para ver según que «cruce» de selecciones. Y luego seguirán machacándose mutuamente a bombazos, dejando muertos de frío y de hambre a millones de personas. Y de odio a varias generaciones.
¡Que pena! Podíamos haber conseguido que con un juego tan simple se resolvieran conflictos sin apenas víctimas. Pero ese milagro aún no lo alcanzó el deporte.
No estamos preparados. Y creo que las «reglas deportivas» con sus árbitros y el VAR, no resistirían el envite de presiones tan brutales, criminales e interesadas de este despropósito inhumano.
Todo por un juego.
Perdone que les escriba.
