En este instante, que dura media vida, no quiero esperar a la muerte.
Quizás es mejor ir a buscarla. Así eliges donde y con quien. Y soñar, para que no te sorprenda la tristeza conquistando toda tu cabeza, paralizando la visión de la belleza, que es vivir sin esperar.
Amor ¿donde estás?
Que allí acudiré sin dudarlo, dejando mi corazón intacto para regalarlo en una flor, en un beso robado, posando mis labios en tu hombro, respirando tan solo tu perfume, cerrados los ojos al sol.