Ojalá supiera arrancar de mi corazón y mi cabeza lo que ahora me aprisiona y no me deja dormir en paz.
Quizás fuera una cura aprender a dibujar. Inventar no, traspasar todo lo que me ocurre a un papel en blanco.
Figuras sin forma, apenas unas sombras que emergen desde lo más recóndito de la memoria, y que construyen una historia que jamas pasó.
O si.
Eso lo quiero descubrir.