Teníamos tantas ganas y hacia tanto, que para ponernos al día, empleamos todo el tiempo.
Risas, nervios, la familia, el trabajo, la salud y los amigos, las cosas de casa, … Y no me dio tiempo a preguntar por tu corazón, mi amiga del alma.
Se nos pasó entera la tarde en las cosas primeras, que eran muchas, y las importantes las dejamos atrás.
Dan ganas de volver y estar un rato más. Pero me temo que quizás no habrá otra oportunidad.
Las dudas y el miedo a romper ese vaso de cristal en el que guardamos todo el peso del cariño, nos hace abandonar la idea.
Poner distancia y calmar. Una vez más.
Un “hasta siempre”. Un “sabes que te de quiero” a media vuelta cuando te vas.
Un último beso volado a cinco metros, antes de que se cierre la puerta detrás de ti.
Otro “hasta siempre”, es el final.
Y no me dio tiempo …

#abuelinoencamino
Donativo para llegar a Santiago Si quieres, ¿me puedes ayudar?
1,00 €