Va pasando el tiempo sin pausa. Después de “media vida” te das cuenta de que no aceptas según qué cosas, que no renunciarías a esto o a lo otro; que tienes el corazón ardiendo pero no estás para más mentiras, o más desengaños, o más sufrimiento. Que lo darías todo, pero no apuestas nada por conseguirlo; y hasta se te escapa sin alcanzarlo cuando lo tienes a tu lado.
Perdonad que os diga, nos vamos haciendo personas raras. Muy raras.
Queremos cuidarnos y dejamos abandonado el lado más importante, emotivo y relevante de nuestra existencia: el amor.
Y dejamos de regarlo.
Yo soy así. Raro de esos.
Pero no dejaré de buscar a una persona rara que me complete.
Ya no busco corazones lisos, sino texturas.
Mírame a los ojos. Se que te encontraré, allí donde estés. O quizás ya te encontré, y te dejé pasar incrédulo y descuidado.
Pero volveré. Andaré el camino entero dos veces si hace falta, revisaré mil veces las estrellas para tomarte en mis brazos. Esperaré a que cada noche salga la luna brillante, y se disipe; y amanezca otro día para decirte, entre risas y lágrimas:
Eres mi persona rara. Una rara bella, única e increíble, amor.
Y sin remedio, sentir ese golpe en el pecho, el calor en las mejillas, la mirada brillante, y atraído irremediablemente hacia tu abrazo, acercarte al oído, susurrando, te quiero. ❤️
Solo es un sueño que no renuncio a vivir contigo.
Haz una donación única
Haz una donación mensual
Haz una donación anual
Elige una cantidad
O introduce una cantidad personalizada
Se agradece tu contribución.
Se agradece tu contribución.
Se agradece tu contribución.
DonarDonar mensualmenteDonar anualmente
Abuelino en Camino
Donativo para llegar a Santiago
1,00 €