Debajo del palo
de la luz, me paré
para escribirte
y nadie se lo va a creer.
Debajo del palo
de la luz, que me cegaba,
el día abierto
de par en par.
Y la brisa me traía
la música de Boccelli.
Y los ojos en lágrimas
que nadie verá.
Así,
esperando
la inspiración junto a ti
musa blanca.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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