Puente primavera

Querámonos. 
Para que no se nos caiga el puente romano.
Ni se nos cierre la Puerta de Palma.
Que no se nos acaben las ganas
de darnos un abrazo eterno
de hermanos.

Que el cielo inmenso se abra a la luna.
Que el azul intenso se llene de nubes.
Y el olor a primavera nos llegue verde y rojo.
La esperanza nos colme de dulzura.

Que la mañana empiece con niebla espesa,
Y a las 11, caliente, de abril, el sol.
Se refleje a lo lejos el brillo en tus dientes.

Por el hueco de la escalera,
anunciemos la llegada feliz,
gritando hacia arriba ¡Abrid!

Sonrisa del alma en esta canción.
Sonrisa del alma en este balcón.
Foto de Vicente Rodríguez

Saurópsidos

Amores apasionados. 
Sentidos aprisionados.
Vértigo de aventura
a media altura.
Calurosos estremecimientos.
Sentimientos profundos.
Miedo a perderse.
Desorientado en mitad del trayecto.
La vida marcada,
construyendo sin proyecto. 
Puente armado con un sólo estribo
... sin final.
Serpientes que abrazan
constrictoras.
Baile de cabeza triangular.
Esperando a cobrar su presa.
Veneno invisible,
que paraliza.
Y le llaman AMOR.

Elegir Vida

El momento de la vida en que elegí ser curioso, en lugar de estar quieto. 

El momento de la vida en que elegí no parar, alardeando de fuerza.

El momento de la vida en que elegí eclosionar, en lugar de esperar a la sombra.

El momento de la vida en que elegí no ser rico para ser bueno.

El momento en que la vida decidió revolcarme, humillarme y ponerme de rodillas.

El momento de la vida en que elegí observar, para no interponerme a los que venían eclosionando.

El momento de la vida en que decidí esperar, para ayudar a los que estaban de rodillas.

Ahora, en este momento de la vida, tengo la certeza de haber sido feliz en cada uno de los otros momentos.

Y por eso, Feliz, elijo Vida.

	

Tu nombre tatuado

Llevo tu nombre 
tatuado a fuego y frío
guardado sin que asome
dentro del corazón mío.

A nada ni a nadie traiciona
la verdad de lo vivido.
No he perdido está memoria
dentro del corazón mío.

El tiempo, que pasa tedioso,
me tiene dormido este amor.
Los recuerdos dejaste, preciosos,
dentro del corazón mío.

Volando eternamente,
uniendo pasado y futuro,
Se feliz, me deseas, generosamente,
dentro del corazón mío.

Amor eterno, amor
llevo tatuado
a fuego y frío
dentro del corazón mío.

Amor eterno, amor,
a fuego y frío,
llevo tatuado imborrable,
dentro del corazón mío.

Se agota

Estoy agotado, 
y acabo de despertar del descanso.
Las fuerzas me abandonaron ayer, y antes de ayer,
atrás en el tiempo transcurrido.
Y ahora no veo el sentido
de empezar otro nuevo día vacío.
Noto como el tiempo,
ese infinito en otra edad más temprana,
al llegar esta mañana,
se agota.
Transcurre denso y plomizo.
Ya no hay mas objetivo que sobrevivir.
Esperar a que llegue la hora del desayuno,
que otros consiguen y preparan para mi.
La paradoja es que el tiempo disponible es escaso,
y transcurre despacio, despacio
sin nada que hacer.
Perdido.
Y ese tiempo perdido
que nos deja vencidos …
¿Para que?
Solo me salva una sonrisa frente a mi cara,
una visita inesperada,
un relato lleno de recuerdos y de planes de futuro,
que me sacan de este apuro,
atado a mi poca fe,
a mi desgana, a mi indolencia
y a mi vida tediosa y lenta,
sin energía.
Que se agota,
ya no a borbotones,
sino gota a gota,
hasta el final.

Dame un libro
que me haga soñar.

Garbanzos

El aroma de garbanzos recién hechos, con notas de pimentón, chorizo, morcilla, jarrete y pollo, 
Patata nueva, pimiento y aceite oro.

Aroma de mi niñez, con pantalón corto.
De correr por la calle, de sombra, de mocos.
De amigos recién encontrados, en un septiembre de locos, en el patio del cole, de morder hinojos.
De cielos grises queriendo llover a chorros.
De calor asfixiante, deseando agua a cántaros, de ver atardeceres rojos.
De higos, de pan blanco, de zanahorias, de agua del piporro.
De mi infancia sublime, tesoro de pocos.
Aire del oeste, veranillo del membrillo, corazón de otoño.
Calle de las Mercedes, número 32, Guadajira, Badajoz.
Mi isla del tesoro.

Cocido extremeño

La pequeña historia de un guateque

No hay nada fácil,
Nunca.
Sólo estar cerca
y sentir el calor
de tu piel suave,
incluso a distancia.

Empezar a bailar
sin perder el paso
atrás,
enlazadas las manos,
la otra abrazada
a tu cintura.

Y la sonrisa de felicidad
instalada en mi cara
y en la tuya.
El roce de las mejillas,
mientras suena
nuestra canción preferida.


No había muchos sitios ni bares donde quedar, y se hacían fiestas con música en casa de … Javier, de Isabel, de … compartir discos y ganas.
Fiestas de garaje, días de campo, en bici, con guitarras y motos.

Días hippies de flores deshojadas, entre me quieres y no me quieres,
De subirse a los árboles, o tumbarse en la hierba, … de encender el primer pitillo.
De un beso en la cara.
… Y de risas

ODIO

Que le rompan los huevos a palos.

Le corten la polla para que mee con dolor el resto de su desgraciada vida.

Le rompan las piernas y las manos, para que no salga de la cueva y no vuelva a agarrar a nadie, nunca.

Que le graven a sangre y fuego en la frente y la cara «violador».

Y dejarle con vida, para que sufra y no olvide jamás el daño que hizo.

P.D. Que Dios, en su infinita misericordia, lo haya acogido en su seno. Porque si me lo encontrará, sacaría de mi este demonio que ahora llevo dentro.