A ciegas, navegando a ciegas, perdido el rumbo, el mar en calma, los ojos gastados, escudriñando en la espesura el rumor lejano de sirenas en la niebla, el sueño de volver, inquieto por descubrir el final. Escuchando sirenas en la niebla, evitando hundir la esperanza, intentando descubrir la salida de esta nube baja, temiendo quedar atrapado en el arrecife.
Algún grito de angustia, un lamento.
Y luego el silencio.