Después de recorrer juntos, todo el tiempo pasado, ha llegado el momento de que separemos nuestros caminos. Brindemos con vino, estrechémonos en tremendo abrazo, y sin ningún sentimiento de culpa, separémonos y al carajo.
Toda la intensidad vivida al pie, que nunca fue una carga, no pesó en esta decisión. Pero hasta aquí llegó el camino juntos. Y ahora toca separarnos para unir eternamente nuestro amor.
Deja un vacío infinito imposible de rellenar, esta ausencia. Simplemente la tristeza anuncia el final definitivo.
Adiós octubre penoso, que este año fue radiante de luz y con tiempo suave. El mar en calma, en la playa, nadie.
Por delante, Dios sabe, otro noviembre bendito. Dedícame un ratito, si todo el mes no fuera posible. Quiero expresarte mi amor infinito, en un mes escaso de duración. Ojalá lloviera, amor, y en ti encontrará mí refugio, un abrazo sanador.
Si deseas, mándame llamar, si no te viniera mal. La música ya suena. El frío viene de camino. El fuego lo llevó encendido, y mi corazón espera.
Eternamente tuyo.
Otoño.
