Déjame tener
una historia de amor.
La última vez,
bajo el soportal empedrado
del dique oscuro
junto al mar azul.
Déjame besar
tus labios, amor,
beber tus lágrimas,
en tus mejillas, palidecer,
tus ojos cerrados
y yo sin perder.
Abrázame
como si fuera la primera vez,
y la noche nos fuera a encender,
tanto tiempo frío
el corazón lo dejo correr.
Siento tan cerca tu latido
Y luego abandóname.
Yo nunca te olvidaré.
El viejo malecón
se llevó mis sentidos,
y te dejó atrás el tacón
en el escalón donde bailamos fundidos
de amor.
Dos por cuatro,
ritmo de nostalgia
y anhelos.
Tango de amor
perdido, de magia,
llorado, vivo.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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