Cada día mil millones de historias de gente normal, que ninguna son verdad y todas son ciertas.
Y es que de cada certeza salen al menos dos historias.
Solo son cosas corrientes, que atraviesan sin más la vida, y siguen pendiente abajo, hasta desaparecer.
Historias irrepetibles, recientes. Que a nadie importan, que nadie siente.
Y que más da, si desaparecen. Historias de tren, de medio día, de media tarde.
Invisibles. Transparentes. Intangibles.
Y de repente…