Caminando a ciegas.
Sin media parte,
de naranja,
de limón.
Mi ojito derecho
perdió la visión.
El corazón parado
de pulsación a 180.
Un horizonte helado,
un mar esmeralda.
Mirando hacia el suelo
el pico de tu falda.
Escucho tu risa
en sueños.
No quiero esperar
el momento de perder.
No quiero esperar
el momento de volar.
Y volverte a perder,
amor.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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