Llama mi atención. Capucha y mascarilla ocultan el rostro. Sus ojos mirando al suelo. En la pierna, un tic constante descarga nervios.
¿qué me importará a dos metros de silencio?
Se remueve en su asiento. Cae algo del bolsillo. Dudo si decirle. Tantos meses en silencio.
¡qué narices! – Perdona, te calló algo… –
– ¡Uff! si lo pierdo. Me espera mi madre – descubre, la cabeza rapada, ojos alegres.
– La recojo. A casa muy contentos –
– Cuidaros mucho – golpeando el pecho.
– Igualmente –
Los ojos revelan sonrisas.
El Metro abre la puerta. Hospital.
Desaparece corriendo.