Quiero encontrar el laberinto.
Y perderme en él
para encontrarme.
Allí donde se aleja de la puerta,
donde se cierra el retorno fácil
es donde empieza la aventura
Tuya y mía.
En cada recodo de ese jardín
de mi infancia, de mil años,
árboles gigantes, imposibles de abrazar,
setos de pino más altos que tú,
que ocultan el horizonte.
Perdiendo la dirección y el control,
para que aparezca la pulsión,
cadencia constante interminable
de tú corazón y el mío
El instinto y la dulzura
te guían hacia dónde debes,
apartas la vista de lo que no te gusta.
Coge mi mano y anda conmigo
no me sueltes nunca, amor
No me dejes, no me olvides
Eres mi vida, mi esencia, mi yo.
Es solo amor, amor.
Miedo a perderte, a perderme.
Por mucho que cierre el bosque
siempre hay una salida
Solo el vacío es la medida
de haber perdido todo
De estar encerrado en un laberinto
Sin vida.