Quiero encontrar el laberinto.
Y perderme en él
para encontrarme.
Allí donde se aleja de la puerta,
donde se cierra el retorno fácil
es donde empieza la aventura
Tuya y mía.
En cada recodo de ese jardín
de mi infancia, de mil años,
árboles gigantes, imposibles de abrazar,
setos de pino más altos que tú,
que ocultan el horizonte.
Perdiendo la dirección y el control,
para que aparezca la pulsión,
cadencia constante interminable
de tú corazón y el mío
El instinto y la dulzura
te guían hacia dónde debes,
apartas la vista de lo que no te gusta.
Coge mi mano y anda conmigo
no me sueltes nunca, amor
No me dejes, no me olvides
Eres mi vida, mi esencia, mi yo.
Es solo amor, amor.
Miedo a perderte, a perderme.
Por mucho que cierre el bosque
siempre hay una salida
Solo el vacío es la medida
de haber perdido todo
De estar encerrado en un laberinto
Sin vida.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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