La BigData

Hablando como los locos. 
Nunca me ha gustado que me vigilen o me controlen.
A ver, es normal que cuando haces algo por encargo, o trabajas para alguien, aunque haya depositado la confianza en tu buen hacer, te ponga un ojo encima de vez en cuando para fortalecer el vinculo de confianza inicial, salvo que la confianza sea ciega, que en muy pocas ocasiones ocurre, y en casi todas acaba mal, no se porqué, ni por cuantas dioptrias hasta que ciegas.

Pero que otras personas ajenas a pactos de confianza, y solo por curiosidad o interés de su parte, te pongan también el ojo encima, pues que quieres que te diga… A mi, personalmente, me toca los cajones más íntimos (que son los de la mesilla de noche, fila de abajo) y molesta mmm, !en serio ya! 

Para que no me pierdas el argumento: un vecino del sexo que te de la gana imaginar y de la edad avanzada o menor que te inventes; y que esté todo el santo día con el ojo pegado a la mirilla de la puerta, es que me entran unas ganas de … saludarle, que flipas. (Me pongo violento de imaginarlo)

Pues cuando empezaron hace años a explicarme cómo funcionaba el BigData y sus aplicaciones, esa misma noche, me salió urticaria en la espalda. ¡Niño, que noche más mala pasé!

Para resumir, es como si tuviera de vecino a toda la gente, mirando si me rascaba el… cúbito. O el radio, !vaya! 

A pesar de todas las extensas explicaciones de amigos especialistas en la gestión de Metadatos, el BigData me refería siempre al olor de una hamburguesa. Y sus aplicaciones para “facilitar” tu vida y ayudar a tomar decisiones, a un “granHermano” monumental con capacidades “desconocidas” para retorcer tu libertad de decisión. 

¡Que quieres! soy un romántico.
Llámame revolucionario del libre albedrío. Chim pum. 

Y ha pasado el tiempo. 
Y ayer discutí. Por una tontería montamos una buena… tangana. 
Y después de un ratino, para relajarme, le pido a mi aplicación de música del móvil, apartado “radar de novedades” que me proponga música para pasar el momento…

“Tú me dejaste de querer” de C. Tangana, es el tema que eligió.

Habéis leído correctamente.

¡Flipando, nena!

Acabo de entender la paradoja del BigData…. y no es una hamburguesa.

¿Se puede elegir el BigData? ¿Para que fuera más fuerte, más sensible, más curioso, más de playa o del Atleti? ¡Quizás más gamberro!
La respuesta es que no se elige. Eres tú el elegido… o algo así.

Creo que voy a aceptar la oferta del municipio ese de Leon, que da casa sin wifi. Esto te lo digo confidencialmente.

Perdone que les escriba. 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s