Me cortaron las manos
para no escribirte
ni un verso más.
Para no poder
decirte ni pio.
En silencio completamente.
Y, mientras miraba
lo que antes fueron,
me inundó el silencio,
dejando vacío y ruido
el único espacio
que llenaba contigo, amor
Y solo el sonido
de una lágrima
rompió
pensamiento
y oración,
el silencio pío.