Hoy quiero
escribir te quiero
como despedida.
Es fácil decirlo
para quedarse,
mi vida.
Es natural sentir
te quiero
sin distancia.
Enredar mi mano
en tu pelo
con paciencia.
Sentir anhelo
a un minuto
de tu ausencia.
Si respiro tu aire
en mi cara
en un abrazo.
Sin perder un minuto
tu mirada
en cada beso.
Pero hoy no,
no es eso.
Es silencio.
Me alejo.
Y te quiero,
al final,
fue cuchillo
hundiéndose
en mi pecho.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
Ver todas las entradas de 21siglosofia