No sé si hay unidades de dolor. Para medir, quiero decir.
Porque eso depende de cada cual. Hay gente con mucho aguante, y otros que ni rozarlos, y ¡cuidado!
De todas formas creo que la nomenclatura sería la interjeccion “ay”
Un ay, es apenas un susto. Es el inicio al dolor, que lo separa de la alegría o felicidad, y que lo acerca al miedo, pero por el lado físico. ¿No?
En figurado sistema centesimal,
¡Ay! Sería como 100 ay’s simples.
¡Ay, Dios! , lo siguiente 100 ¡ay!
¡Ay Dios mío! , 100 veces más que ¡Ay Dios!
¡Ay Dios mío de mi vida! Es nivel sacrificio, equivalente. 100 ¡Ay Dios mío!
Pero el siguiente nivel, perdonenme, es la blasfemia.
¡La hostia! Serían ya 100 millones de ay’s simples.
¡Me cagó en to! Serían 100 veces. ¡La hostia!
¡Coño! / ¡Cojones! para esquivar el espinoso asunto de género, serían 100 veces ¡me cago en to!
… y lo siguiente sería el parto , que eso ya solo lo aguantan las mujeres, el sexo fuerte sin duda. Y vendría a ser 💯 veces 10.000.000.000 ay, es decir un billón de dolores.
¡Qué barbaridad!
Mi teoría que es novedosa, creo, está fundamentada en la experiencia y la observación.
Pero creo que es correcta, porque de niños no sentimos tanto dolor, no sabemos blasfemar, o no sabemos tantos tacos.
Ay.
Perdón, ahí lo dejo, llorando por analgesia.