A nadie dejo nada
de lo que fui.
Nada tiene la importancia
de ser legado.
Borrado de todo,
consumí mi tiempo
despacio, al fin,
después de tantas prisas.
Agotado del modo
en que exprimí mi camino,
ahora me cuesta, sentir
enredado tu pelo en la brisa.
Ya no hay prisa.
Solo deseo
de verte, anhelo
estrechar tu boca y la mía.