- Otra vez hoy, cita.
- ¿Con quien?
- Con zurta.
- ¿Zurta?
- Zi.
- Esta vez de trauma
- El que tiene tú de chico ¿no?
- No. Uno de los que tengo, ya de mayor edad.
- ¡Ah! Joé
- Hartito de pazá espera, toda impuntuale, castigao de cara a la pared desnúa.
- ¡Ya vé!
- Y esperá una nueva zita, que llegará máh tarde, mediante llamada.
- Otra cita. ¿Pa cuando?
- No ze, hiha. Más palante. Zin fecha.
- ¡Nooo ve!
Y así, en una espiral interminable, que siempre tienen fin. Incierto