Inició un camino oscuro y frío
hacia donde nadie fue jamás
alejándose de ti,
de tu calor y tu amor.
Y ese sendero incierto
es el que debo recorrer
en medio de recodos
llenos de peligros enormes.
De fuerzas que me invitan
a abandonar todo lo que quiero,
a dejarme caer los brazos,
a rendirme sin condiciones.
El abismo está ahí mismo.
A solo un paso dispuesto
para elegir ese salto
que promete liberarme.
Nunca fui cobarde así,
pero en este momento,
rodeado de tanto rechazo
¡Que sentido tiene resistir!
Se que debo seguir.
Una sola llamada
inclinará el sentido de mi marcha,
aferrado a ti y a la vida.
Liberado de esta lucha.
Cayendo al abismo.
En cualquier caso,
el fin.
Y gritó en silencio
hasta dolerme el alma.
Resisto con fuerza,
teniendo la duda en calma.
Todo terminará en este camino.
Todo dejará de doler en este tramo.
Y será el colmo de mis ruegos.
Contigo o nada, amor.
En ese banco vacío
del paseo desierto
amanecido,
la cita finalizó.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
Ver todas las entradas de 21siglosofia