Hacía ya unos días que habíamos conseguido evitar cruzarnos, en un nuevo intento del olvido.
No sin esfuerzo, porque a veces pasaba por el lugar de la última despedida, de camino a casa, esperando esa sorpresa de verla por casualidad.
Hoy la vi. Y me estrechó en un abrazo que alimenta mi alma.
Esta preciosa. Con cara de cansada a estas horas del día, pero preciosa en su sonrisa y su alegría.
No se puede entender lo que me alegra escucharla y mirarla mientras me mira. Me pone loco este viejo corazón partio.
Luego me batí en retirada con prisas para no romper ese minuto encendido.
Te quiero amor.
Aunque solo haya sido un instante, que me encantó. Pero se el miedo que inspiro.
Se lo imposible que es mi delirio.
Es el destino que me cruzó con la Luna
Hoy te vi
Y la Luna alumbró ese instante de sueño
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