Fue un regalo de hace tiempo. Es blanco y liso. Únicamente una inicial bordada en un extremo. No lo llevo para mi. Cuando a alguien le hace falta, lo comparto. Ha sido paño de lágrimas de alegría y tristezas. Todas para recordar. Agitado al aire para celebrar triunfos de otros y como bandera para la rendición. Arrojado a la cara como un guante en un duelo. Es mi pañuelo mi último consuelo, el compañero final cuando ya no queda nadie. Nunca supe valorar cuánto lo quiero. Es la historia de mi pañuelo.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
Ver todas las entradas de 21siglosofia