Derrumbe

Y en mitad del bombardeo diario que me acosa, todos los días de madrugada me pido para mi que no se me derrumbe estrepitosamente este cuerpo que me sostiene. Que me aguante los otros diez años más, que me auguró mi MC que necesito en forma antes de relajarme.

Y mientras lo hago todo para conseguirlo, cada día duermo menos, intento no parar de caminar, lucho contra mi memoria flaca escribiendo, y desespero en la soledad creciente.

Cada día más consciente de mis pinzamientos cervicales, mi manguito de rotadores, los hormigueos en las manos intensos, las dos hernias discales lumbares, la artrosis de las rodillas, él asma y la alergia, la hipertensión, y como novedad lo que me callo; y lo que vendrá. Y la depresión de no poder con todo, al menos a tiempo.

Casi sin recursos y con más cargas que ingresos, estoy pagando un alto precio a mis atrevimientos.

Difícil tarea tengo, cuando hay tanto por hacer aún, y tan poca ilusión y tiempo.

Sin amor que incendie mis días, muriendo de amor cada noche, cada vez más sensible y más vulnerable, y sin sueño.

Cada vez más cerca del fuera de juego, y con tanta gente dentro.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s