Hablamos

Anoche hablamos. 
Las heridas del pasado
dejan cicatrices siempre,
que impiden florecer el día.

No puedo prometer
lo que no voy a cumplir.
No quiero envejecer.
Junto a ti, quiero VIVIR
intensamente cada instante,
cada risa, cada lagrima,
emocionado.

Vivir a tu lado
crecer contigo, ser feliz.

Vengo de lejos,
desde hace tiempo.
No es pasajero,
ni capricho del viento.

Déjame conocerte,
descubrir cada momento
lo que te hace bien,
lo que te hace mal.

Déjame concederte
tus deseos.
Curar el alma,
ser tu eterno amigo,
el mejor sueño,
la mejor balada,
el verso
que nos dispara el pulso
de repente,
y siempre acaba feliz.
Anuncio publicitario

Muro

Intentando ayudar, 
cayó con estrépito
un muro en la ventana,
impidiendo ver más
los atardeceres rojos,
anaranjados de esperanza.
Ya no veremos nunca
entrar la luna
en la noche de más calma,

No fue a propósito,
y se cerró súbitamente
delante de mi,
dejándome a oscuras.
Asustado, de un brinco,
acabé escondido
debajo del mueble
pegado a la pared,
esperando desaparecer.

Quiero que el silencio
y la oscuridad
sane esta herida,
cierre esa pequeña
distancia enorme.
Y me despierte
cada dia junto a tí.
Como hasta hoy,
como siempre soñé.

Quiero despegar
el vuelo, llegar
a casa, y regresar
en nada junto a ti,
mi hogar, mi lugar
donde respirar
el aire que me regalas,
los planes de viajar
directo a la felicidad.

Esa es la urgencia
de reponer de inmediato
la persiana del cielo,
esa puerta en la que miro
las estrellas, las nubes
que traen lagrimas
de lluvia tristeza,
amor delicadeza,
sueño de seda, que das.

Dulce abrazo

Cuando sientes que la ausencia es un castigo, 
y la presencia una necesidad.
Cuando quieres que tus ojos sean testigo
habitual de su caminar.
Cuando luchas en la silenciosa calma,
decidiendo si morir o saltar.
Cuando sueltas en lo más profundo de tu alma,
los vínculos eternos de tu pasado.
No dudas ni un segundo que has llegado
a tu nuevo destino, corazón henchido.
Tan solo tú latido junto al mío,
en un abrazo dulce y largo,
convierten en feliz
el momento del día más amargo.
Ese en el que toca a su fin, sólo, a oscuras, soñando.
Dulce abrazo

Latir

Es maravillosa la cadencia, la constancia y la persistencia de esos golpes secos que se producen en el pecho al latir un corazón.

Cuando esperas a tu bebé, y en la consulta te hacen escuchar ese golpeteo tan seguido del pequeño corazón queriendo salir, estremece.

Cuando siento el tambor del tuyo a compás, es el signo de la vida. Acelerado si te veo pasar. Calmado en la noche cuando voy a descansar, y con los ojos a punto de cerrarse, escucho atento su acompasado latir.

Música de vida. Latir ahí, junto a ti.

El lado oscuro de Dios

Lo que Dios te quita, no te lo devuelve nadie.
Esa justicia divina implacable, extremadamente injusta y cruel.
Incompatible con la imagen de Dios Padre que me enseñaron. ¿Misericordioso?
No entiendo nada.
Sólo mi ignorancia, y la certeza que tengo de ella, me tranquilizan y consuelan.
No entiendo nada.
No quiero ser convencido. No quiero que me conviertan. Otra vez no, por favor.
Se lo que creo, y en lo que creo.
El horror me envenena, me sacude con dudas irresolubles.
Hace falta muchísimo más que fe para saciar está sed de desaliento, para sanar está locura.
Los designios de Dios son inescrutables. Ja. Los caminos de Dios son intransitables. Soy ignorante de las leyes del destino. El destino no está sujeto a ley, va suelto, ciego y perdido. Y aprovecha resquicios para colarse, como un elefante en una cacharrería, como un obús disparado a distancia en un edificio de viviendas, sacudiendo la tierra y sepultando vidas que sentían su casa como refugio en un terremoto, y aplicando el peso inmenso de que dispone, para arrasar todo a su paso. ¿Cómo va a respetar las flores? Somos insignificantes.
Y la vida avanza eternamente, tanto si Dios quiere, como si no.
Que cada cual decida y alcance su destino, por acción y omisión. Que cada cual defienda y ponga a salvo sus tesoros, su flores.
Que no nos alcance la venganza de Dios
Y que Dios nos ignore y nos guarde. Feliz cumpleaños.

Marantiguo, madre salvaje. Mar de plata, mar informal

Carnaval

Viste una máscara. 
Esconde tus ojos, tu cara.
Ven donde están todos,
es Carnaval.

Olvídate si te apetece,
si avisaste de tu llegada.
Métete en el disfraz de león.
Y salta.

Busca un sitio donde quedarte.
Un rincón donde bailar.
Nadie te reconoce, creo.
Ponte a bailar.

No hables demasiado.
Sólo ve allí a su lado.
Canta y muevete con cuidado.
Ríe de verdad.

Es Carnaval

Enamorado

Mi corazón, mis manos. 
Tu sonrisa, tu mano.
Tu brillo, tu pelo.
Tu voz: te quiero.

Tu paso largo, mi abrazo.
Bailas, te pido
enamorado.

La cabeza en mi hombro.
La delicadeza de tu piel.
Las caricias dulces de miel.

El tiempo detenido.
Ilusión inventada.
La luz azul, curiosa tu mirada.

La distancia inmensa, tan cercana.
El futuro abierto, como el mar.
La luz anaranjada de tu horizonte.
La pregunta incrustada frente a ti, frente a mi:

Do you love me?

FELIZ

Desconocida. La pequeña historia de un descubrimiento

Ya no es luna llena. 
Siempre es de día,
bajo un tul de justicia,
la sombra alargada
del desaliento.

Sólo en mitad del mar.
En la plaza repleta
de gente desconocida.
Todos hablan lenguas
desconocidas.

Distraído, gasto mi silencio
mirando con ojos de gato
pasar, sin cruzarse,
miradas desconocidas.

Y allí estabas tú.
Entre una multitud
... sólo tu.

Inevitablemente

Cuando estás aquí, 
incrustada en mi vida,
vienes para quedarte
... y luego te vas.

Y durante los días,
que pasan volando,
mil risas intensas,
me haces tan feliz,

que inevitablemente
deseo entregarte todo,
y ser parte de ti.
Inevitablemente,

te extraño, te añoro.
Sonrojado miro tu asiento,
ahora vacío, y miento
si digo, llorando

...que inevitablemente.

Si digo llorando,

que inevitablemente,
mi vida es un suceso
donde tú eres el centro
de mi corazón, amor.