Estoy agotado, y acabo de despertar del descanso. Las fuerzas me abandonaron ayer, y antes de ayer, atrás en el tiempo transcurrido. Y ahora no veo el sentido de empezar otro nuevo día vacío. Noto como el tiempo, ese infinito en otra edad más temprana, al llegar esta mañana, se agota. Transcurre denso y plomizo. Ya no hay mas objetivo que sobrevivir. Esperar a que llegue la hora del desayuno, que otros consiguen y preparan para mi. La paradoja es que el tiempo disponible es escaso, y transcurre despacio, despacio sin nada que hacer. Perdido. Y ese tiempo perdido que nos deja vencidos … ¿Para que? Solo me salva una sonrisa frente a mi cara, una visita inesperada, un relato lleno de recuerdos y de planes de futuro, que me sacan de este apuro, atado a mi poca fe, a mi desgana, a mi indolencia y a mi vida tediosa y lenta, sin energía. Que se agota, ya no a borbotones, sino gota a gota, hasta el final.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
Ver todas las entradas de 21siglosofia
Muy bueno!!!!
Fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias.
Es el epitafio de un lector empedernido
Me gustaLe gusta a 1 persona