Con intensidad,
concentradas en el filo del lagrimal,
se desprenden al hablar
y también en silencio,
a cada paso lento
con el que me muevo.
Despacio, el tiempo pasa hoy.
No se refiere a nada,
ni lo esperaba.
Pero se desprenden sin parar
mejilla abajo
o buscando un atajo.
Presionando mi cabeza
y dentro, el corazón
abierto en canal,
esponja de tantas ilusiones
que, a veces, se hacen emociones
en una lágrima.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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