Huir de casa, tomar distancia
buscando encontrar
la normalidad soñada.
Y estrechar mi pecho contra el tuyo,
delicadeza de mi alma,
en un intenso abrazo.
Sentir tu latido junto al mío.
Un sueño repetido ausente,
mientras destruyó mi mente
en caminos tortuosos.
Deseo y felicidad.
Oscuridad y miedo.
¿Dónde estás?
Te sigo.
Con la mirada atenta,
como persigo
una sombra.
Si te busco, amor,
sin parar de huir
hacia ti.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
Ver todas las entradas de 21siglosofia