Este otoño
recién estrenado.
El cubre en la cama.
La madrugada, desgana.
Siempre hace frío
en soledad.
Nada supera tu abrazo,
que tanto echo de menos.
Nada consuela.
Nada desvela tanto
como la soledad,
en la que espero.
Y muero
a cada minuto
que pasó sin ti.
A cada paso
que doy.
No estoy feliz
con nada.
Tampoco
en la mirada,
se nota cansancio.
Y agotando
los días que me quedan,
encerrado en mi cabeza
el tesoro
que viví.
Con la esperanza
de encontrarte a ti,
entre tanto ruido,
entre todo el silencio,
AMOR