La tristeza de la imaginación

La tristeza, 
esa dulce indolencia, 
compañera a ciegas, 
naturaleza sensible 
de la imaginación. 

Dibuja colores 
y transparencias sutiles 
donde sangran heridas profundas, 
diluyendo el dolor en el tiempo, 
para no gritar. 

Tamiza la luz cegadora, 
que ya solo se ve azul, 
seda y descanso. 

Y en los ojos, 
la caída suave de las pestañas, 
velo de tull sedoso y bordado, 
que mueve 
mi vítreo desordenado. 

Imagino historias antiguas, 
y viajes planeados al detalle. 
Amaneceres fríos 
buscándote al abrazo del día, 
amor. 

Ese abrazo que se pierde 
poco a poco
entre las puntas de mis dedos 
acariciando tu espalda, 
soñando que estás aquí.

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