… y mentí

Enredado en dar explicaciones  
poco convincentes. 
Y llegados a este punto, 
para no perderte, 
te mentí.  

Era la única forma de no alejarte
definitivamente.  
Y aunque la mirada
no miente, 
no voy a quererte. 

Entre risas y conversaciones
de confidentes, 
pasamos la tarde
juntos, 
sin poder apartarme.

Sin olvidar, 
ni olvidarte. 
Voy a desenamorarme. 
Escondido tu secreto
y el mío

en cinco tortugas
y una ballena loca, 
nadando en circulos
en los mares del sur, 
en Tasmania

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