Las migas no van al cielo. Se quedan más o menos en el sitio donde las dejamos. Como son pequeñas y de poco peso, pueden moverse un poco, pero no se van al cielo. Aunque, de pronto, como por arte de magia, desaparecen del suelo.
Tampoco viene del cielo la comida a la nevera. Es un buen aparato con diseño moderno, pero entre sus prestaciones no está la de “llenado automático”. Al menos de momento. Y ya de paso, debería cocinarla a demanda. Y recoger los platos, por qué no. Eso si que sería un buen aparato moderno.
Lo mismo pasa con la lavadora, que increíblemente, no recoge aún del cuarto la ropa, ni la limpia, ni la seca, ni la dobla con cuidado y tampoco la coloca en el armario. ¡Vaya una mierda de aparato!
Por mucho que hayamos avanzado, al mundo le queda todavía un rato para satisfacer las demandas, casi necesidades, que tenemos los humanos.
En mi casa lo hacen los duendes. Estos si que son un cielo. Y te sacan la basura, … y te dan abrazos. ¿Y tú que duende eres?
(A todos los duendes, a mis hijos y mis nietos, con cariño y buen humor)
Qué bonitos duendes tienes que te adeudan a recoger.
Me ha encantado esta forma que has tenido de ver la limpieza del hogar.
Ha sido muy grato leerte.
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Perdón mi corrector falló, quise decir que te ayudan. 🙋🏼♀️🌹
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Con amor estos preciosos duendes siempre estarán a tu lado!!!!!
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