Se agota

Estoy agotado, 
y acabo de despertar del descanso.
Las fuerzas me abandonaron ayer, y antes de ayer,
atrás en el tiempo transcurrido.
Y ahora no veo el sentido
de empezar otro nuevo día vacío.
Noto como el tiempo,
ese infinito en otra edad más temprana,
al llegar esta mañana,
se agota.
Transcurre denso y plomizo.
Ya no hay mas objetivo que sobrevivir.
Esperar a que llegue la hora del desayuno,
que otros consiguen y preparan para mi.
La paradoja es que el tiempo disponible es escaso,
y transcurre despacio, despacio
sin nada que hacer.
Perdido.
Y ese tiempo perdido
que nos deja vencidos …
¿Para que?
Solo me salva una sonrisa frente a mi cara,
una visita inesperada,
un relato lleno de recuerdos y de planes de futuro,
que me sacan de este apuro,
atado a mi poca fe,
a mi desgana, a mi indolencia
y a mi vida tediosa y lenta,
sin energía.
Que se agota,
ya no a borbotones,
sino gota a gota,
hasta el final.

Dame un libro
que me haga soñar.

Miedo

Miedo me da que me visiten mis viejos fantasmas.
Miedo que, desde hace dos dias al menos, me asaltan en mitad de la noche; recuerdos e historias inventadas que nunca antes viví; y que alteran el sueño y la calma. 

Recurrente la visita de la víctima de un accidente durante la práctica de un deporte, tras el choque contra un panel jugando al basket, a la que no puedo asistir mientras agoniza. Y me angustia no saber cómo auxiliarle siendo tan joven, mientras me llora desconsoladamente pidiendo ayuda.
¡El cuello, el cuello!, ¡no puedo respirar! Me grita el desgraciado, sin saber cómo cuidarle y consolar su dolor.

Y el reencuentro con amigos y familia, todos fallecidos, que presentan un aspecto envidiable.
Estos vienen a aliviar el miedo atroz de la experiencia tan real de la anterior.

Agotado sin dormir.
Miedo, siento miedo.

El rincón

Buscando el rincón. 
El valle donde, intensamente,
llueve por dentro.
Por dentro del alma.
Agua cálida
que quema y calma.

El rincón donde guardo
los rechazos en terciopelo azul.
Amores eternos,
amores y colores
que lo fueron,
y sólo entendiste tú.

Empapado de amor.
A solas con el corazón.
Corazón de piedra,
desvaneciéndose.
Luz cegadora,
pasos en vacío.

Y no te olvido,
te necesito
camino cruel,
Reina de mi vida.
Ojos cerrados, soñando,
esmeralda, ámbar y miel.

Acero inolvidable

Esculturas en acero inolvidable, que duren para siempre. 

De planta imponente. No hace falta que el tamaño sea enorme.

Y que perdure en el sintiempo. 

Perfecto. 

En Egipto las construyeron de piedras.

Y en el Machu Picchu o Nazca.

Pero en oriente eran minúsculas. Jardines de alféizar de ventana, de terraza minúscula al caer de la lluvia. 

Y Talismanes  mágicos sacados de huesos, madera noble barnizada, cobre, bronce, plata o dorados. Todos envejecidos. Todos deslumbrantes. 

Todos eternos. 

Mi amigo los construye suspendidos, en el espacio, en el tiempo, como laberintos sin salida, como laberintos del destino. Siempre hay salida para un camino. Para una vida.  

Y los encuentras en instantes, que desaparecen. 

Los capturan los elegidos. 

Image by Labyrinth cube .  alfonso  doncel  

Escultura obra de alfonso doncel

Florero

Soy un florero

Soy un florero

Grande, de altura. Luzco bien en espacios abiertos y en la distancia. 

Como buen florero, adorno con gracia flores de colores. Ramos grandes verdes y naranjas. 

Y las flores se mustian, si no las cambias. 

Y el florero también se pasa. 

Y se arrincona

Y se aparta, inservible. 

Su tamaño no cuadra. 

Ni su color, ni sus texturas. 

Es duro y frágil. 

Y se astilla, y se lasca. 

Ya no adorna. 

Ni luce. 

Ni nada. 

Y lo que no sirve, estorba. 

Soy un florero

Lo confieso

Lo confieso: 
Soy preso de tu alma,
de tu sonrisa,
de tu calma.

Soy presa fácil
de tu mirada,
mientras se acaba
el día, por fin.

Quiero rendirme
a tu voluntad,
y que decidas,
sin más, invadirme.

Y mientras me invades,
conquistar por sorpresa
cada rincón de tu figura,
hasta el último confín.

Entregarte las llaves
de mi dominio generoso.
A tu amanecer mas hermoso
esperarte sin dormir.
Lo confieso