Hoy sentí como un pétalo
se desprendía,
mientras en mi mano sostenía
con fuerza la flor.
Los bordes de las hojas
se arrugan y amarillean,
marcando el paso del tiempo.
Aunque guarda en su memoria
cada paseo juntos,
cada tarde de amor.
(La flor de la Vida) @21siglosofia
Categoría: de camino
CÁDIZ
Embrujo de calles estrechas, al fresco de la brisa en sombra. Al abrigo del viento de levante.
Decadencia que avanza a pesar de la lucha de los gaditanos, que apenas creen en ellos mismos, cansados del peso del paso del tiempo.
Y dejan de mirar la hermosura de sus trazos, entramados en la historia, buscando una salida viable para hoy y su futuro.
Los turistas, visitantes circunstanciales, admirados, recorren estos pavimentos adoquinados. Pero no pueden ser el único recurso para garantizar el futuro.
El «arte», sin morir de frío sino de pasión, la artesanía, la gastronomía y los servicios que ayuden a sostener está bellísima ciudad, serían el músculo que permitan salvar a Cádiz de si misma y de su destino decadente.
Y su gente, «carajotes», divertidos, inteligentes, apasionados, ingeniosos y orgullosos, ¡que arte! serán la sangre que repartirá la VIDA en cada plazuela, en todas las esquinas de este precioso laberinto, sin dejar caer ni una sola pared de ninguna casa, ni una sola hoja del calendario, ni una ocasión para reír con guasa.
Que un disfraz gigantesco te libere la poesía y la guitarra.
P D. No te olvides de La Habana.
Perdone que les escriba.
Elegir Vida
El momento de la vida en que elegí ser curioso, en lugar de estar quieto.
El momento de la vida en que elegí no parar, alardeando de fuerza.
El momento de la vida en que elegí eclosionar, en lugar de esperar a la sombra.
El momento de la vida en que elegí no ser rico para ser bueno.
El momento en que la vida decidió revolcarme, humillarme y ponerme de rodillas.
El momento de la vida en que elegí observar, para no interponerme a los que venían eclosionando.
El momento de la vida en que decidí esperar, para ayudar a los que estaban de rodillas.
Ahora, en este momento de la vida, tengo la certeza de haber sido feliz en cada uno de los otros momentos.
Y por eso, Feliz, elijo Vida.
Silencio bambú
Silencio.
Silencio.
Miedo,
dudas, vertigo,
enfado encorajinado.
feroz, incontenido.
Odio, engaño, desafío,
traicionado, escarbado.
Cristales rotos, desamor.
Miedo.
Estalla lo callado.
Ruido, ruido,
sordo, ruido henchido,
encarnado.
Corazon herido.
Silencioso abismo.
Más silencio.
Distancia.
Silencio repetido.
Miedo escondido.
Silencio.
Vacío.
Si len cio.
Ahora que
Ahora que siento
que llevo un talento
escaso adentro.
Que quiere salir
y no sabe cómo.
Y la música se torna a gris.
El pentagrama vacío.
Y nada pasa. Se guarda cubierto.
Ahora que siento,
mientras miro,
cosas que no veo,
pero imagino
vivas, latiendo.
Sin duda existen
en algún universo,
que es extenso.
Ahora que pierdo
mi tiempo,
entiendo
que absurdo correr
a ningún destino.
Sin respiro,
buscar a ciegas
la salida del laberinto.
Y suelto
amarras,
separándome del suelo.
Volando suave,
subiendo, subiendo,
perdiendo
la cabeza,
el sentimiento de vértigo.
Ahora que el vacío
llena los armarios
que dejo abiertos.
Ahora que el futuro
no existe,
o es más incierto.
Ahora que nada
es imposible,
ni posible.
Ahora,
Te
Quiero.
Ahora que cuido
mi cuerpo cansado,
herido.
Ahora que me cuesta
respirar
para estar vivo.
Ahora que nada
me importa más
que estar contigo.
Ahora
Te
Quiero.
Ahora que lleno
tu espacio
con los espacios míos,
y colmo tus huecos
de calor y frío.
Invadiendo tu casa
con mis sueños
encendidos.
Ahora que todo
me sobra,
y lo llevo prendido.
En mil cajas guardados
lo que no necesito,
la vida me lleva, ligero,
descubriendo
el nuevo camino.
Ahora que pierdo
los pasos perdidos,
las dudas que asaltan
las torres del castillo.
La luz que señala
el nuevo destino.
Tus ojos brillando
por encima del filo.
Ahora que sigo
llenando de besos
el horizonte lejano.
Ahora que extiendo
los brazos
buscando tu abrazo.
Ahora que escucho
en silencio
tus suspiros.
Ahora
Te
Quiero conmigo.
Ahora
Me
Quiero contigo.
Opinión.- Mayor
Desde pequeño pensé que ser mayor era una gran ventaja. Ahora ya no.
Hasta el punto de que desde pequeño buscaba la amistad y compañia de gente mayor que yo. Ahora me da igual. Es decir no me importa estar con gente mas joven, aunque tampoco me desespera está situación. Ha dejado de importarme.
– Ahora quisiera parar el tiempo.
Que no pase tan rápido. Que me de tiempo para hacer todas las múltiples y variadas cosas que quiero hacer.
– Y no puedo.
Quiero tener la vitalidad, fuerza y resistencia que ya no me corresponden en el reparto de fuerzas, resistencias y vitalidades que se hace a diario, en el que personas más jóvenes salen beneficiadas. Y las desperdician injustamente, me digo yo mismo para convencerme.
No quiero celebrar ningún año cumplido, ni siquiera un día más pasado. ¡Vaya! Ni un minuto.
Convencido de que no tengo ya tantos que perder.
En cambio, no paro de hacer planes para ahora, está tarde o mañana. Y para la semana que viene y el mes que viene. Mucho más allá me produce vértigo y ansiedad.
En fin. Quiero vivir el amor inmenso del que dispongo, la familia bella, bellísima que es la mía. Los amigos que encontré y descubrí. Los sueños que me quedan por cumplir.
Porqué hoy cumplí 65 sueños.
Y no paro de soñar.
Perdone que les escriba.
Alma
Con mi pasado encerrado en cajas.
Y futuro abierto en mi alma.
Soñando feliz con estar en calma,
y ver tus ojos clavados en los míos.
Siempre creí seguro
que mi futuro estaba en mi mano.
Que mi certeza era estar a tu lado
Y la luz que me guiaba eras tú.
Mañana saldré
Mañana saldré a cazar fotos a la playa. La miraré con paciencia e interés, y algo, alguna historia vendrá a mi.
La angustia me mantiene quieto y encerrado en casa. Aguantando la respiración para no perderme ningún ruido, suspiro o viento que me traiga el futuro incierto esperado. Como un gato agazapado, mirando sombras.
En breve soltamos amarras. Y la vida ya no será la misma, desprendido de las fuerzas que me mantenían a salvo en mi hogar.
Ahora los vientos moverán las alas y viajaré a momentos desconocidos, escuchando voces nuevas, y observando en silencio atardeceres ajenos. De pronto todo me será ajeno. Es inevitable.
Pero mañana miraré en silencio mi jardín de olas, el reflejo de luz tenue en las olas serenas de últimos de la primavera.
El futuro siempre se abre paso hacia mí con determinación. Me deja elegir hacia donde, pero no me concede tiempo. Ni la posibilidad de volverme al pasado.
El futuro, a mi edad, es hermoso y cruel.
Y Dulce, si en él estás tú, MyQ,
A nada
Ser feliz con nada
Dueña de mi mirada,
abrazo abrigo,
sentido feliz.
Tiempos regalados
conquistados al vacío.
Y siendo el principio
del camino deseado,
ser parte de todo,
ahora que se desvanece
el mundo conocido,
los planes, el futuro sin fin.
BUDA CERES
Ayer, con mi compi de pasos largos, nos fuimos a explorar los senderos del cerro alto donde quieren poner un Buda.
Fue un paseo corto y precioso en el Cerro de Arropé. Después de las lluvias de mayo, ahora las matas de yerbas han cegado casi la vereda, llena de piedras sueltas.
Desde el rellano de salida, prácticamente todo es en subida.
Y a pesar de todo caminamos sin parar de hablar y reír.
Me iba explicando a izquierda y derecha lo que descubríamos en la subida. Y yo, mientras preguntaba y preguntaba. Y me inventaba historias entre tragedias y comedias.
El olor intenso del matorral y de los eucaliptos, los cruces de senderos, el cortafuegos tan empinado, y las mesas y bancos de merenderos, casi abandonados.
Subidos a los miradores de madera, éramos felices mirando horizontes.
Un poblado, un par de cortijos, una pequeña cantera, la inmensidad de los llanos…
El casetón de avistamiento de aves, casi la única sombra de esa loma.
El SILENCIO.
La estatua de Buda no estaba aún. Lo están discutiendo.
Pero BUDA si que estaba allí, con nosotros dos.
A la bajada, en la intensidad de la conversación, equivocamos el camino. Mis planes nunca me salen bien.
¿Como puede ser? Me preguntabas.
Sólo deshacer un pedazo del recorrido, y escoger en la encrucijada la dirección correcta de vuelta a casa.
Como la vida misma.
Nos faltaron cuatro abrazos, y es que a veces la vida no atiende a razón….

«Y sobraron los cuatro disparos
Que con tanto descaro nos dio el corazón
Y sobraron los veinte puñales
Y es que a veces la vida no atiende a razón
Y entre sobras y sobras me faltas
Y me faltan las sobras que tenía tu amor
Y sobraron las quinientas veces que dijimos que no»









