Ceguera, certeza de perder la vista en tu horizonte dormido, cada día más lejos.
Y he sentido tu color verde encendido, con olor a lo perdido, con sabor amargo. Confundido cuando más he querido, de pronto, la guerra ya ha estallado frente al armario. Y sin cuartel, estalló también el silencio.
Y me alcanzó de lleno. Vuelta de espaldas, la vida al revés ¡Quién fuera ayer para volver feliz!
Universo azul, infinito donde caben todos los días: claros, radiantes; grises, espesa lluvia; blancos, frío crucial; rojo, atardecer de junio.
Universo azul, déjame creer. Dame la esperanza en su color. Que nos venga de la mano la música de nuestra canción. Y muramos de amor.