PACO MOVILLA

Enamorado de Cáceres, sin ser «catovi», como me decían de broma mis nuevos amigos.

Desde aquel día del ayer profundo del siglo pasado, en que convenci a mí jefe de entonces y a mí hermano, ya casi terminada su carrera en la facultad de Ciencias de la Información de la Complutense de Madrid, que deberían conocerse y darse una oportunidad.

Y así les concerté una reunión, casi una cita a ciegas, en la que le preguntó ¿que necesitas que te consiga para trabajar aquí?

  • «El Mundo» le contestó rápido Paco. Después, un silencio de sorpresa y una sonrisa abierta de ambos.
  • Estás contratado

Así empezó en la publicidad de Cáceres. Así empezó su amor por Cáceres, hasta hoy.

Después el Periódico Extremadura, la locuras de CREAERTE, el máster de San Telmo, otro de periodismo en el HOY, los cursos en la Cámara de Comercio …

Con determinación, con algunas decepciones, pero inaccesible al desaliento, se sumo y potenció la corriente de modernidad poniendo su talante y talento al cambio de esta ciudad antigua, con la educación y el estilo tan propios de Paco, separándose de las tendencias más gamberras de la época, construyendo entre todos la ciudad abierta y moderna que es hoy.

Un matrimonio, dos hijas, el placer de vivir en el centro, la familia, los viajes, buenisimo anfitrión de su ciudad, fueron la guinda de este pastelito.

Inquieto de nacimiento. Ambicioso.

Inconformista (todo puede cambiarse).

Defensor a ultranza de lo suyo y generoso a la vez.

Culto.

Hablador.

Competidor.

Intenso.

Canijo…

Todo esto y mucho más que me callo o se me olvidó.

ENAMORADO,

también de Cáceres, y sin ser «catovi»

Por siempre mi hermano PACO.

1962 – 2025

Desgarro

Partido en dos, por la mitad, 
desgarrado, desprendida la retina,
esa piel tan fina,
me vuelve a derrumbar.

Nadie viene a por mi,
Pienso que no me van a rescatar.
El viaje tiene un coste infinito,
esta niebla oscura y densa.

Pirata de lado izquierdo.
Me puse de espaldas a la luz,
De espaldas a la vida no hay nada.
De espaldas debes llevar una cruz.

La verdad es solo un desgarro.
La verdad es solo un cuento malo.
La verdad es grosera
con los pies llenos de barro.

La verdad tozuda vino a quedarse.
Y, sin avisar,
me rompió de nuevo,
en pedazos.

Vuelve

Después de tanto,
vuelven los monstruos.
El insomnio, el cansancio,
El tiempo pasando
despacio.

El silencio,
que viene del interior.
Los golpes de cabeza
buscando la razón.
El vacío que impide
la respiración.

El dolor en el pecho,
que viene de dentro.
La luz de la mañana,
perezosa, se retrasa.
La distancia.
La distancia.

Y allí tú,
mi estrella en la noche,
que no se bien, ahora,
si te alejas o te acercas.
Mi brujita sanadora,
MyQ.
Con ojos de gato

Simple man

Hola:
Quisiera ser un hombre sencillo.

Alejado del pasado
sofisticado.
No puedo olvidar
todo lo que pasó.
Y sin embargo,
cada día,
me encargo de recordar.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Renunciar a todo
y volver a empezar
por lo básico,
tratando de aprender
que lo mejor por hacer,
sin duda,
es amar.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Oler los colores de las flores,
caminar descalzo,
parar a mirar,
dejar de correr
a toda velocidad.
Dibujar en una pared
un sol pequeñito.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Andar de la mano
de mis niños en el campo,
escuchar sus risas
y mi llanto.
Sentir la lluvia en mi cabeza,
en mis manos.
Volver a casa sin prisa.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Morir despacio,
tarde,
en un sitio lejano
a la orilla del mar.
Dejarme difuminar,
volverme transparente,
volver a cantar.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Las lunas de Urano

Miranda, Ariel, Puck, Umbriel, Titania, Oberón.
¡Que lejos estan, que casi no se ven!
Y que distante, Urano, ensimismado en la contemplación de una familia tan numerosa de lunas, orbitando alrededor.
¿serán blancas y brillantes las lunas de Urano?

Las más pequeñas, Bianca, Crésida, Desdémona, Julieta, Porcia, Rosalinda, Belinda y Perdita. Cordelia y Ofelia son invisibles porque se pierden en el abrumador brillo del anillo Epsilon, mientras que Mab y Cupido son demasiado pequeños para ser vistos sin acercarse, como hizo la sonda espacial Voyager2.

Y así hasta 29 satélites tiene Urano, que ahora cumple 244 años y cuatro meses (casi cinco ya) desde que lo avistó Herschel, su descubridor humano.
A 2.600 millones de kilómetros terrestres, este gordito feliz es el Dios del cielo, según la mitología griega. Que lo imaginaron, supongo, porque solo es visible con telescopio.

No se puede visitar aún. Es tremendamente frío e irrespirable. Esperemos que la ambición humana no le ponga el ojo encima, porque hidrógeno tiene para aburrir. Y helio, ese gas que inhalado aumenta la altura de las frecuencias en las cuerdas vocales, y te transforma la voz en la de un muñeco de dibujos animados.

Miranda, Ariel, Puck, Umbriel, Titania y Oberón. Las mayores.
Bianca, Crésida, Desdémona, Julieta, Porcia, Rosalinda, Belinda y Perdita. Y Cordelia y Ofelia las más pequeñas…

No me digan, por favor, que alguien que no estuviera enamorado podría nombrar con tanta belleza a las lunas de Uranio.

Dependiendo

Abrazado a ti cada noche.
Si así comenzamos, ahora aferro con fuerza tu mano tendida.
Pendiente del mínimo gesto, de la necesidad de dar mi alma en cada instante.
De no invadir tu aura brillante, de agrandar el espacio al que viajar soñando volar.
Trampolín donde saltar tan alto que veas las estrellas de cerca, y envíes besos cargados de amor.
Espejo donde mires de cerca, con nitidez, heridas, cicatrices, y la realidad de lo que eres capaz de alcanzar.
Sin adularte. Pero valorando la ingente bondad que posees.
Y nunca agotar el caudal de ilusión y la locura de regalar tu manera de ser a los demás.

Mi refugio

Julio es el más triste, a pesar de todo. Como si fuese, imaginado, mi once de gris y llanto.

Me siento ingrato con la felicidad vivida, mi pasado, mi amor inolvidable.

By    ignacioizquierdo.com

Y, al tiempo, injusto con el inmenso amor presente.

No existe una noche estrellada, igual a este firmamento de verano.

En ella tengo elegida mi estrella, reflejada junto a la luna en el mar Mediterráneo.

También en ella tengo a mi Reina, la estrella que me cuida y me cura, me protege y regala mi felicidad futura.

En mi cabeza encerrado en una cueva oscura, un refugio perfecto en la ciudad invisible, en Oblivion, donde todo se esconde a la vista del impostor.

Este Julio ya no existe, nadie más triste por lo perdido, ni más afortunado por el futuro que auguran.

Ni nada más seguro que la luz de tu sonrisa, Reina de mis sueños, mi refugio.

By  21siglosofia