Silencio

Fue un regalo
haber viajado muy adentro
de tu sonrisa

Y de pronto, sin aviso,
el grandísimo estruendo
del silencio.

Heridas de guerras antiguas
estallaron en mi cara
este tormento.

Mentiras que no siento mías
rompiendo la noche,
clavadas en mi pecho

Nada más simple,
nada más definitivo,
que no tener tu aliento.

En mitad de tu universo,
sentirme desplazado
a un lado.

Un minuto
que rompió un año,
y no entiendo.

Nada merece
mantenerse entre mis manos,
si te pierdo.

Todo lo entrego
sin dudarlo, por romper
este silencio.

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