Tus manos

Estraño. Me siento estraño
sin tener tus manos
enlazadas con las mías.
Sin cruzar tu mirada brillante
atravesandome la vida.
Sin sentir tu tensa calma
tu silencio discreto,
que respeto y quiero.
Y descubrirte en él
siempre es un reto.

Te estraño cuando ardemos
en la distancia fría de un teléfono,
en las semanas largas que nos separan,
en la espera dulce e intensa
que me alimentan las ganas, amor.

Porque en este tiempo detenido,
donde nada vale y todo cuenta,
lo mejor de haberte conocido
es este "castigo" que nos alienta,
no desespera, sino alimenta el deseo,
intenso, incontenible, de volver a ti.

Aún nos queda recorrer
mucho más de la mitad del camino.
Cada día tenemos más interés,
da igual que llueva o haga frío.
Acompasando tu tiempo y el mío.
Tus manos entre las mías,
mis planes entre los tuyos.

No son manos que se buscan,
ni manos que se alcanzan.
Son manos cercanas que se tienen.

Mi corazón ensanchado abrazándose al tuyo.
Entonces el tiempo se detiene.
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