Me voy fijando como mis amigos van cumpliendo sus años en un goteo interminable. Yo también, afortunadamente, claro.
El calendario empuja con una fuerza constante que no ceja, ni deja tregua en ningún caso.
Impasible a que tú ánimo esté de bajón, aburrido o más contento que de bares con amigos (quien pudiera).
No podemos descuidarnos. En un despiste te has perdido más de un buen rato, y no se puede repetir lo irrepetible. Hay que saborearlo en su punto y hora.
Por supuesto que puedes elegir. Escoger entre amigos y ratos a solas, entre fiestas ruidosas o cafés tranquilos, risas continuas que terminan con dolor en el carrillo o charlas serenas con ideas contrapuestas compartidas.
Pero no puedes consentir el tiempo perdido.
Es un derroche, tan escaso y caro como está ahora la vida, como pasan volando los días, como ves a tus amigos los años cumplir. Feliz.
26 de junio, viernes de la semana 26 de 1959, tras una noche de calor, a la vista de Puerta de Palmas, me tocó a mi.

#abuelinoencamino
Donativo para llegar a Santiago Si quieres, ¿me puedes ayudar?
1,00 €