Escucho tu musica, leo tus canciones, estoy atento a todo, guardando la distancia
invasiva, para intentar comprender.
Pero la distancia crece, a pesar de mi intención.
Ya no basta con creer. La fe mueve lo ingente, y ni un centímetro menos de lo que
separa; y no para de crecer la distancia
desde la última vez que te vi.
No hay fuerzas en mí para sujetar esta corriente adversa.
Con el viento en contra, todo el esfuerzo es inútil.
Y las tinieblas envuelven los perfiles más dolorosos, y la carita encendida y tu
sonrisa, es lo que más me cuesta perder.
...todo lo demás se difumina, sin querer.
En la medida en que se vacía poco a poco el
mundo, mi mundo desmoronado de hoy...
y los ecos de lo que fue se amortiguan, todo
parece más grande, más solemne, más distante.
El don musical que ahora respira, se
conforma con el latido más personal. El de el corazón.
Apenas una vela me sujeta al recuerdo encendido.
No se que hacer, ahora que solo vivo el
futuro. El pasado es mi tesoro y el presente se ha esfumado.
De pronto, el camino se divide aquí.
Estoy permanentemente en babia, donde habito.
¿La razón por la que escribo?
“… yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana muero, y hoy querría aliviar mi alma.”
Edgar Allan Poe
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