Mientras se deshacen las penumbras de la noche, y con el leve chasquido del jardinero podando a oscuras la hierva del parque, aparece el primer rayo de luz del día y el primer pensamiento es para ti, amor.Como cada mañana, siempre estoy pensando en ti.Resuena en mi cabeza el son de la última canción cubana, que repito una y otra vez, «en el mismo lugar donde escribí tu nombre. Y ya no hago más….»
«… que organizar mi vida, para que un día vuelvas y todo esté en orden»
Amanece en Miramar