Gracias por invitarme a los ecos y danzas noruegas, dulces y excitantes.
Gracias por la sonata F-A-E, “libre pero solitario”, mensaje revelador.
Gracias por “il lamento di Federico” (en el sueño está el olvido. … pero todo es en vano. Siempre tengo ante mi el dulce semblante de ella ), Y el canto a la vida del condenado a morir en el Castello di Sant Angelo, enamorado de Tosca (Y muero desesperado! ¡Y jamás he amado tanto la vida!… ¡Tanto la vida!…)
Y gracias por la explosión sin palabras de Op.133 de Beethoven y su Grosse Fuge y su atrevimiento para romper con lo establecido
Gracias por expresar la emoción con la música