Me pasé la vida
esperando volver
a la música.
Como cuando era joven
y pulsar las cuerdas
de mi guitarra,
era pulsar las de mi corazón.
Y sentir como mía
la voz en armonía.
Y sentir como vivo
el eco de mi voz.
Ahora, que tiemblo
de pensar lo cerca
que estoy del final,
una lágrima recorre la mejilla,
si no vuelvo a escuchar
La música.